Tema: Reivindicando autores olvidados del fantastique

Mark Robson.

Este director tuvo una dilatada trayectoria, en la que tocó diversos géneros, con preferencia por los melodramas (Peyton Place, Desde la terraza, El albergue de la sexta felicidad...). Sin embargo, en sus inicios, dejó unas cuantas películas de temática fantástica bastante memorables, y hoy bastante olvidadas: La séptima víctima, El barco fantasma, Bedlam, hospital psiquiátrico (más bien un drama histórico con elementos de suspense), y especialmente, La isla de la muerte, una estilizada película de terror basada en la pintura de Böcklin y el poema sinfónico homónimo de Rachmaninov, con un excelente Boris Karloff:



Ambientada en una remota y salvaje isla griega en tiempos de la Primera Guerra Mundial, la película cuenta la historia de un atormentado médico militar, el Dr. Pherides (Karloff), que regresa al lugar donde su joven esposa murió y fue enterrada años atrás para encontrarse con la tumba profanada, y a los escasos habitantes del lugar dominados por la superstición y el espanto, mientras la amenaza de una epidemia pende sobre sus cabezas. Posesiones, criaturas vampirescas, estructura del tipo whodunit en un lugar aislado, muertes misteriosas y personajes solitarios, amargados y traumatizados. Todo ello con una atmósfera muy lograda. Recomendable.







Roy William Neil.

Otro cineasta menor y con un variado y dilatado currículo, en que predominan las películas de suspense (muchos de los Sherlock Holmes de Basil Rathbone los dirigió él). Con todo, también hay algunos clásicos secundarios del fantástico, como Frankenstein y el hombre lobo (con guión de otro autor a reivindicar, Curt Siodmark), y especialmente, Horror en el cuarto negro, otra cinta muy atmosférica con un de nuevo sobresaliente Karloff en el doble papel de dos hermanos gemelos -uno pura bondad, el otro, maldad absoluta-. Un inquietante caserón decimonónico lleno de sombríos recovecos -¡hasta una cámara de tortura!-, una heredera codiciada y una historia de odios y venganzas familiares con maldición incluida harán el resto.

Para disfrutar mejor de noche y a solas.