Tema: Revisando la filmografía de la Hammer Film Productions (1948-1978)

Me veré esta noche LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN (1957) de Terence Fisher, el primer film de terror en color no sólo de la Hammer sino del cine británico en general.

Alternaré el comentario este fin de semana con la entrega hitchcockiana dado que el tiempo da mucho de sí.

¡¡¡Estupendo Alcaudón!!!.

LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN...

Lo lamento por el retraso en la entrega de la tan esperada LA MALDICIÓN... pero es que tengo tres comentarios a la vez y no doy abasto.

Mañana por la tarde intentaré dejarlo al menos esbozado pero tengo demasiadas cosas que contar y el espacio es limitado.

"Quien mucho abarca...".

En realidad, más bien problemas de salud.

Es curioso lo productivo que resulta este "puesto de la muerte", como yo lo llamo. Ya voy por la cuarta página en Word y todavía calentando motores.

Iniciado por Alcaudón

Es curioso lo productivo que resulta este "puesto de la muerte", como yo lo llamo. Ya voy por la cuarta página en Word y todavía calentando motores.

¡¡Tu si que eres nuestro super-héroe!!...

No lo toméis en el sentido literal de la palabra.

Aunque es el puesto al que me llegan los presuntos casos de Covid-19 lo cierto es que estamos bien protegidos. De hecho, desde las 17.00 que estoy (hasta las 20.00) sólo he citado a una persona.

Y como estoy la mar de tranquilo me salen como churros las crónicas.

A falta de pulir algunos detalles y corregir algo aquí y allá, finiquitado el comentario. 7 páginas en Word. Me falta hacer las capturas e insertarlas, cosa que dejaré para mañana.

Como ya indico al final del mismo la siguiente entrega del coleccionable será THE ABOMINABLE SNOWMAN (1957) de Val Guest, el segundo director más importante de la productora y un título ciertamente atractivo aunque menor.

Esta noche sin falta entrego el tan demorado comentario de LA MALDICIÓN DE F...

REVISANDO LA FILMOGRAFÍA DE LA HAMMER FILM PRODUCTIONS LTD. (1948-1978) / 048

o

REVISANDO LA FILMOGRAFÍA DE TERENCE FISHER (1904-1980) / 012

THE CURSE OF FRANKENSTEIN (1957, LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN)



Copyright 1957 by Clarion Film Productions

Director: Terence Fisher.

Producción: Hammer Film Productions Ltd. / Associated Artists Productions, Inc. / Associated British Picture Corp. Ltd. (ABPC).

Distribución: Warner Bros. Pictures, Inc.

Productor: Anthony Hinds.

Guión: Jimmy Sangster, basado en la novela “Frankenstein; or, The Modern Prometheus” de Mary Shelley (Londres, 1818).

Diseño de producción: Bernard Robinson.

Fotografía: Jack Asher (en Eastman Color y formato panorámico (1.75:1)).

Música: James Bernard.

Montaje: James Needs.

Reparto: Peter Cushing (Victor Frankenstein), Hazel Court (Elizabeth), Robert Urquhart (Paul Krempe), Christopher Lee (Criatura), Valerie Gaunt (Justine), Melvyn Hayes (Joven Victor), Paul Hardtmuth (Profesor Bernstein).

Duración: 86 minutos (Copia en BD editada por Lionsgate en Reino Unido en 2012).

Rodaje: del 19 de noviembre de 1956 al 3 de enero de 1957.

Estreno: 20 de mayo de 1957 (en programa doble junto a LA ROMANA (1954) de Luigi Zampa), con preestreno el 2 del mismo mes.

Presupuesto: 65.000 libras esterlinas.

Recaudación: LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN fue la quinta película más taquillera en los EUA durante el verano de 1957.

LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN, la primera película de terror rodada en color en el Reino Unido, supuso el auténtico pistoletazo de salida de la productora de cine fantástico más famosa de todos los tiempos, a la que sólo podría hacer sombra la Universal de los años ’30 y de la que tomaría buena parte de sus mitos para ofrecernos nuevas versiones de los mismos potenciando notablemente los elementos góticos de las mismos, con una delectación especial en el sexo y en los aspectos más oscuros de la naturaleza humana y en los que el uso del color jugó una baza decisiva.





LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN también fue el primer título en el que coincidieron los más grandes talentos de la productora: el director de fotografía Jack Asher (1916-1991), el músico James Bernard (1925-2001), el director Terence Fisher (1904-1980), el productor Anthony Hinds (1922-2013), el maquillador Phil Leakey (1908-1992), el montador James Needs (1919-2003), el diseñador de producción Bernard Robinson (1912-1970) y el guionista Jimmy Sangster (1927-2011), además de las grandes estrellas del estudio, Peter Cushing y Christopher Lee.

Todos ellos participaron en mayor o menor medida en los títulos más emblemáticos de la Hammer y aunque sería injusto destacar uno o dos nombres sobre los demás, me gustaría incidir especialmente la labor del camarógrafo Jack Asher quien utilizó el color de una forma agresiva, destacando especialmente los colores primarios, notoriamente el rojo y el verde y que sirven para acentuar los elementos góticos de las tramas. Igualmente las atmosféricas bandas sonoras de James Bernard que se ajustan como un guante a la dinámica puesta en escena de Fisher (recordemos el prodigioso final de DRÁCULA (1958) con el enfrentamiento entre Van Helsing (Cushing) y el conde (Lee)).



Terence Fisher, que ya había dirigido tres títulos fantásticos, más escorados hacia la ciencia ficción que al terror todo hay que decirlo (y que ya han sido comentados en este rincón), sería el director elegido por el productor Anthony Hinds, la auténtica alma de la Hammer, para llevar a buen puerto el proyecto.

Sin duda fue una decisión que alteró para siempre el rumbo del cine fantástico no sólo en las islas sino a nivel internacional puesto que su obra influyó de manera decisiva en maestros como los italianos Mario Bava y Riccardo Freda o el norteamericano Roger Corman, directores con un sentido cromático heredado de la crucial entente Asher/Fisher.

Un proyecto que curiosamente no nació en Inglaterra sino en los EUA. En concreto en Nueva York y de la mano de los productores independientes Max Rosenberg (1914-2004) y Milton Subotsky (1921-1991), más específicamente del segundo, dado que era la mitad creativa del tándem, dedicándose el primero a los temas económicos.

El guión elaborado por Subotsky llegó a las manos de Eliot Hyman de la Associated Artists quien no vio muy claro el proyecto (después de todo la dupla únicamente había producido un par de musicales para adolescentes y una oscura muestra de cine negro) y prefirió transpasárselo a su amigo James Carreras, cofundador junto a William Hinds de la moderna Hammer Film Productions Ltd.

James a su vez se lo cedió a su hijo, Michael Carreras, que fue la primera persona que vio los problemas que la adaptación a la gran pantalla del libreto de Subotsky supondría.

Y el más importante era que era demasiado fiel no sólo a la novela sino especialmente a las versiones canónicas de la Universal, notoriamente a LA NOVIA DE FRANKENSTEIN (1935), uno de los títulos de oro del fantástico de todos los tiempos.

Y es que la Universal dejó claro desde un principio que no admitiría que la nueva película tomase elemento alguno de su ciclo de películas sobre el personaje (la Criatura, no el doctor, una apostilla que es necesario dejar clara desde el principio) so pena de tener que verse en los tribunales de justicia por plagio. Y eso incluía el ya mítico maquillaje creado por Jack Pierce para Boris Karloff.



Y si Hinds había elegido a Fisher como director, igualmente tuvo la brillante idea de delegar la elaboración de un nuevo libreto a Jimmy Sangster, quien había debutado en tales tareas en la ya comentada X – THE UNKNOWN.

Sangster quien siempre reconoció no haber leído el guion original de Subotsky (algo difícil de admitir, todo hay que decirlo, teniendo en cuenta su posición en la compañía) tomó la decisión de elaborar uno completamente nuevo y que prácticamente no mantiene ninguna conexión ni con las películas de la Universal y mucho menos con la novela original de Mary Shelley.



Aunque al dúo Rosenberg/Subotsky se les compensó económicamente por el guion descartado así como un porcentaje de los beneficios de taquilla (en el caso de haberlos) el mal sabor de boca que les quedo se vería claramente reflejado en la creación de su propia productora de cine fantástico, la más tarde conocida como Amicus, la cual se convertiría en la principal rival de la Hammer, aunque para ello tuviera que usufructuarle equipos técnicos y repartos.

- Por cierto, su primera producción fantástica sería una excelente producción en blanco y negro titulada THE CITY OF THE DEAD (1960) de John Moxey, con Christopher Lee de protagonista (devolviendo golpe por golpe) aunque todavía sin el logo de la Amicus. –



Por tanto, lo que iba a ser una modesta película en blanco y negro y muy probablemente con Boris Karloff (haciendo de doctor, no de Criatura) acabaría convirtiéndose en una modesta película en color y con Peter Cushing de protagonista.

Y es que Christopher Lee firmaría su contrato con la Hammer el mismo día que se inició el rodaje, lo que da idea de lo ajustado de los plazos con los que se manejaba la productora inglesa.

Peter Cushing, aunque únicamente había encarnado roles secundarios en el cine (recuerdo por ejemplo su trabajo en una bella película de Edward Dmytryk, VIVIR UN GRAN AMOR (1955), junto a la exquisita Deborah Kerr), era toda una estrella de la televisión, especialmente por su memorable trabajo en la excelente adaptación que de la novela de George Orwell, 1984, llevó a cabo la BBC en 1954 y que fue el programa más visto hasta entonces, superando incluso a la retransmisión de la coronación de la rey Isabel.



Por contra, Christopher Lee ya tenía a sus espaldas más de una cuarentena de películas, pero siempre en pequeños papeles.

De hecho, Cushing y Lee habían coincidido en un par de películas, aunque no llegaron a compartir escenas.



La lucha de la Hammer con el BBFC o sea, el organismo censor británico, daría para escribir todo un libro.

Y es que desde el principio, desde la elaboración del libreto hasta el estreno de la película en salas comerciales, el toma y daca fue constante, normalmente siempre a favor del BBFC aunque la Hammer lograría imponerse contra todo pronóstico en algunas de sus reivindicaciones.

Y ahora hablemos un poco de la película.

Lo primero que tiene que quedar claro es que LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN no es una adaptación de la novela de Shelley, que muchos consideran la primera de ciencia ficción de la historia, sino que únicamente toma de ella los elementos esenciales, como el nombre de los personajes, el lugar donde acontece la historia (Suiza) – al menos en su primer tramo - y el esqueleto argumental de la misma, o sea, la creación de vida a partir de la materia inanimada.

Todo lo demás es invención de Sangster, el principal (y mejor) guionista de la Hammer, pero al que hasta el gran Terence Fisher le reconocía mucho más talento en la creación de argumentos que en la elaboración de los diálogos. De hecho, intuyo aquí la mano del director quien, modestamente, nunca apareció acreditado en tales funciones en sus películas.

Y lo segundo que también tiene que quedar claro es que al contrario que en las mencionadas películas de la Universal, aquí el protagonismo absoluto recae en el doctor Frankenstein, al que el gran Peter Cushing convirtió en uno de los personajes más polifacéticos y mejor delineados de todo el cine fantástico.



Cushing intervendría en los cinco títulos rodados por Fisher (la película hoy comentada, THE REVENGE OF FRANKENSTEIN, FRANKENSTEIN CREATED WOMAN, EL CEREBRO DE FRANKENSTEIN y FRANKENSTEIN AND THE MONSTER FROM HELL), además del intento de volver a los orígenes del personaje (THE EVIL OF FRANKENSTEIN) debido tanto al acuerdo establecido con la Universal (que rápidamente se dio cuenta, al igual que todas las majors norteamericanas, de lo extraordinariamente rentables que resultaban las producciones de la Hammer) como al endurecimiento del BBFC a principios de los años ’60, especialmente debido a la controvertida (y magistral) EL FOTÓGRAFO DEL PÁNICO (1960) de Michael Powell (ya sin su media naranja, Emeric Pressburger).



El doctor Frankenstein encarnado por Cushing viene a ser como el capitán Ahab de la literatura, el hombre que no sólo quería matar a Dios sino también ocupar su lugar.



Una figura a la que el talento del actor, bien aleccionado por Fisher, le otorga un encanto que lo hace irresistible, no sólo porque consigue que su amigo (y antes tutor) Paul Krempe (Robert Urquhart) le ayude en sus alocados experimentos sino también por su atracción por el sexo débil, como demuestra su libidinosa relación con Justine (Valerie Gaunt) – también el nombre se las trae – a la que no tiene problema en dejar primero embarazada y más tarde directamente eliminarla cuando se convierte en una molestia.



Un tema este, por cierto, que no sería desarrollado en las siguientes entregas del personaje, porque la relación que mantiene con la Criatura (femenina) en FRANKENSTEIN CREATED WOMAN es más protectora que afectiva y ni siquiera en EL CEREBRO DE FRAKENSTEIN donde la escena de la violación de su pupila, la hermosa (y voluptuosa) Veronica Carlson, fue una imposición de James Carreras para disgusto de Fisher, Cushing y, lógicamente, Carlson y que, en cierta forma, fue el inicio del fin de la productora. Pero ya habrá tiempo cuando corresponda de hablar de ello.

Curiosamente el barón Frankenstein (¿por cierto, os fijáis que tenemos un barón y pronto tendremos un conde?) no parece manifestar ningún tipo de atracción por su prometida desde la infancia, la igualmente bella (y voluptuosa) Elizabeth (Hazel Court, otra de las grandes damas del fantástico y con la que Roger Corman contaría en varios de sus títulos del ciclo Poe (LA OBSESIÓN (1962), EL CUERVO (1963) y LA MÁSCARA DE LA MUERTE ROJA (1964)) y a la que volveremos a ver pronto en THE MAN WHO COULD CHEAT DEATH (1959), también de Fisher.





Sin embargo, el barón deja caer algunas insinuaciones cuando ella le pregunta por sus experimentos que parecen indicar que su futura esposa podría tener otras utilidades…



La sonrisa del barón. El encanto del mal. Nunca mejor expresado este término.



- El mejor diálogo de toda la película, según Sangster, cuando el barón le pide cortesmente a Elizabeth que le pase la mermelada, después de haberse quitado a la doncella respondona de en medio. -

Y aunque Krempe parece ser la conciencia de Frankenstein también parece sentir una nada velada inclinación por los (evidentes) encantos de la joven.



Fisher logra una perfecta conexión entre el Frankenstein joven y el Frankenstein adulto a través del personaje de Krempe, algo a lo que ayuda sin duda el extraordinario parecido no sólo físico sino de ademanes de Melvyn Hayes y de Peter Cushing.



Un Frankenstein imbuido de los nuevos conocimientos científicos que trajo consigo el siglo XIX y al que no le satisfará devolver la vida a un cachorro de perro sino que pretenderá crear un ser vivo, un hombre, el culmen de la evolución, partiendo de cadáveres que conseguirá de una forma… o de otra…



Al parecer Cushing se basó en la caracterización de su personaje en el famoso doctor Robert Knox a quien por cierto encarnaría en la fascinante LA CARNE Y EL DEMONIO (1960) de John Gilling, película que ya comenté en el otro rincón no hace tanto…



Y no deja de ser curiosa esa simetría entre la evolución del hombre en la Tierra y las sucesivas partes del mismo que irá incorporado al cuerpo sustraído de la horca y que, lógicamente, corresponde al del personaje encarnado por Christopher Lee.

Me refiero a que Frankenstein empezará por las manos, seguirá por los ojos y culminará con el cerebro.

Las manos de un artista.



Los ojos…



El cerebro de un genio, el profesor Bernstein (Paul Hardmuth), invitado de honor al hogar de los Frankenstein, un personaje del que intuimos la soledad de sus años postreros y al que el barón eliminará de una forma drástica y contundente.





Intuímos que el cuadro que ve el pobre profesor...

... antes de perder la cabeza es Lección de anatomía del Dr. Nicolaes Tulp (1632) de Rembrandt.



Y como el cerebro es el espejo del alma (y no la cara como dicen otros) Frankenstein espera que la gran inteligencia del profesor le insufle al mutilado rostro de la Criatura la dignidad que su compañero Paul demanda.

La presentación de la Criatura es todo un prodigio de puesta en escena de Fisher, con ese brusco movimiento de cámara que nos presenta en toda su crudeza su terrible rostro en el momento que se quita la venda de los ojos (que casi parece un avance de LA MOMIA (1959) del mismo Fisher).





Los ojos… con una catarata en el derecho que le da un aspecto todavía más repulsivo y que el genio no supo ver (nunca mejor dicho) cuando los adquirió de forma clandestina.



- Antes hacía mención al hecho de que la Universal vetó el uso del maquillaje creado por Jack Pierce para la Criatura encarnada por Boris Karloff. Por ello el gran Phil Leakey tuvo que usar de imaginación y proponer una solución diametralmente opuesta y ciertamente más repulsiva pero que además permitía una mayor gestualidad a Lee frente al hieratismo de Karloff. -

Y la primera acción de la Criatura es intentar matar a su creador. ¿Por qué? Sencillamente porque el cerebro de Bernstein, aunque mutilado, recuerda. Recuerda que Frankenstein lo mató.

Y entendemos por qué y aunque pueda parecer injusto, a Lee le eligieron básicamente por su elevada estatura más que por sus dotes como actor.

Es poderosa la escena en la que coge al barón por el cuello con las dos manos, lo levanta como a un muñeco y está a punto de asfixiarlo si no llega a ser por la oportuna llegada de Paul. En verdad que los dos actores, Cushing y Lee, están magníficos.



Lógicamente como Fisher (y Sangster) potencian la figura del Creador y no de la Criatura la presencia de ésta se ve en cierta forma eclipsada por aquella y sin embargo Lee logra una asombrosa caracterización al convertir a ese montón de trozos de cadáveres reunidos en un ser trágico, que parece moverse como una marioneta y que no sufre más que agresiones no sólo por parte de sus creadores sino también de toda persona que se cruce en su camino, como puede atestiguar la escena del ciego y su nieto que aunque ciertamente tiene resonancias tanto de EL DOCTOR FRANKENSTEIN (1931) como de LA NOVIA DE FRANKENSTEIN, es notablemente más contundente dado que ambos perecerán (en off) a manos de la Criatura.





Hay dos escenas que podrían ser simétricas porque están protagonizadas por las dos mujeres de la casa, la doncella Justine y Elizabeth, pero que tienen un significado ciertamente distinto.

El barón usará a la Criatura para eliminar una presencia molesta como es Justine (y que de hecho será el motivo principal por el que sea acusado a la pena de muerte el barón en el tramo final de la película, aunque la acusación sea ciertamente difícil de probar pues, ¿qué hizo la Criatura con el cuerpo de la pobre desdichada?).



Y la misma Criatura está a punto de acabar con la vida de Elizabeth cuando ésta se muestre demasiado curiosa y empiece a indagar en los aposentos privados del barón donde éste realiza sus peligrosos experimentos.



Como suele ser habitual la crónica se me está alargando en exceso y ya es tiempo de cortar por lo sano, como cuando el barón, con toda naturalidad, cercena la inútil cabeza de la Criatura y se limpia la sangre es su elegante traje. La asepsia, ciertamente, no estaba todavía muy extendida.



Una historia que es un largo flashback. El que cuenta el condenado barón mientras espera a ser guillotinado al sacerdote que viene, en apariencia, para absorberle por sus monstruosos pecados. La soberbia, por encima de todos.





Una historia, por supuesto, difícil (por no decir imposible) de creer y con la que el barón pretende justificar sus injustificables acciones.

Ni siquiera la llegada de su antiguo mentor Paul Krempe le servirá al barón para eludir su funesto destino al negarse a ratificar nada de lo dicho por el barón, más bien todo lo contrario.



Tampoco es tonto Paul. Su silencio le podría valer los favores de la bella Elizabeth…

Ni los malos son tan malos ni los buenos son tan buenos, no al menos en las películas de Terence Fisher.

Y aunque la escena final parezca el justo final a las andanzas del pérfido barón, pronto volveremos a tener noticias de él en…



… THE BLOOD OF FRANKENSTEIN…

… quiero decir…

… THE REVENGE OF FRANKENSTEIN…



… claro que antes tendremos la visita de cierto conde…

Próxima entrega:

THE ABOMINABLE SNOWMAN (1957) de Val Guest (¡y rodada en RegalScope!).

Porque no sólo de Fisher vive el amante del cine de la Hammer…

Feliz noche y, como siempre, quedáos en casa que ya queda menos.

Retomamos el hilo


Primer gran exito de la Hammer con un Terence Fisher totalmente inspirado.


P Cushing y C Lee ya habían colaborado juntos, pero por primera vez compartían escenas,iniciaron una gran amistad y estrecha relación laboral.

La trama es en flashback. Un sacerdote acude a una prisión en la que cumple condena el Barón de Frankenstein (Cushing),un loco fuera de sí, nadie cree lo que va a confesar...

Así vemos la infancia y adolescencia del huérfano y rico Barón,alguien muy inteligente, pero despreciable con los que le rodean. Su tutor, Paul (Robert Urquhart) le enseñará medicina, y Frankenstein estudiará con obsesión el poder crear vida a partir de un organismo muerto. Con el paso de los años, será presa de su propia psicosis, yendo la peli más allá de la premisa de obras antecesoras. Más que un científico flipado con su experimento, es un tío malévolo, cuya creación será su alter ego.

Capaz de llegar al asesinato para conseguir los órganos que desea (el cerebro de un científico),también se vale de la criatura (Lee) para librarse de los que le amenazan, por ejemplo la criada con la que es infiel a Elizabeth (Hazel Court).


Un canalla en todos los aspectos, lejos del de la Universal.
Momentos clásicos como la niña (niño) del lago o el ciego, que hacían despertar el lado sensible, son tratados aquí brutalmente.

La criatura.. un notable Christopher Lee,no es un desgraciado que inspire compasión, es malévolo, y representa el lado más oscuro del barón, a lo Jekyll y Hyde.


En la Universal, el halo poético era pieza importante, en la Hammer de Fisher destacan los colores y fuertes contrastes, la sensualidad y la violencia. Buena muestra la fotografía de Jack Asher, que creó escuela, y el montaje de James Needs.

La version de la Hammer da la vuelta a la trama clásica. Elizabeth es herida por Frankenstein estando en peligro por el acecho de la criatura. La propuesta de que todo lo contado esté en la mente de Frankenstein, que no haya sido más que la ida de olla de un prepotente y despiadado, cuando el flashback ya ha concluido me gusta mucho.

Final?¿ Frankenstein camino a la guillotina mientras aparecen los creditos con la poderosa musica de James Bernard.

El éxito fue considerable.Al año siguiente con el mismo equipo se realizó una continuación. El universo de Frankenstein seguía su fructífero camino en la productora británica.
8/10

No creo que la Criatura sea malévola. Su primer impulso, atacar al barón, es un mero acto reflejo dado que posee el cerebro (eso sí, dañado) del profesor Bernstein.

El encuentro con el abuelo ciego deriva en una agresión porque se ve atacado por el palo de aquel, algo que él asocia a los malos tratos infringidos por su amo, a quien le preocupa más el hecho de crear vida que de la resposabildad ética y moral que ello conlleva.

Los (supuestos) ataques al nieto y a la doncella son en off y Fisher sugiere su trágico final, pero lo cierto es que sus cadáveres no son encontrados, con lo que la acusación al barón carecería de base jurídica.

Y en cuanto al ataque a Elizabeth yo lo veo más como una defensa, seguramente asustado por la luz que ella porta.

En todo caso, Lee hace una espléndida caracterización de la Criatura (aunque no sea la ideada por Mary Shelley) y logra no quedar eclipsado por el inmenso talento de Peter Cushing que compone uno de los mejores villanos del cine (sea fantástico o no).

Y la cosa mejoraría en THE REVENGE OF FRANKENSTEIN (1958), la única entrega de la serie donde el barón se sale finalmente con la suya, con un final ciertamente antológico.

A ver que el viejo levanta el palo ciego que está y el otro (criaturaLee) pone una cara que vamos yo lo veo directo a hacer daño...que su circunstancia es penosa y motivada por el baron.....pero no lo veo en busca de afectos...vaya 2 con el Cushing para salir corriendo sin miramientos

En verdad que el malo de la película es el barón y no la Criatura.

La maldición de Frankenstein (The Curse of Frankenstein, 1957)



Antes de que se me pase el turno, aporto un par de apuntes, uno sobre la estructura del film y otro sobre el personaje del barón.

Si la película de Fisher no hubiera tenido continuación, podríamos pensar que todo lo que cuenta el barón al sacerdote (del que rechaza el consuelo espiritual porque dice no necesitarlo) es producto de su locura, de su delirio, tal como advierte el carcelero a su visitante. Si pensáramos que todo es una fantasía del temible doctor, la pregunta es: ¿de qué se le acusa? ¿Qué ha hecho para que se le considere culpable y se le condene a la guillotina? Del monstruo no hay rastro. ¿De la muerte de Justine? Pero el cuerpo también ha desaparecido disuelto en ácido. Curiosamente (y un poco incomprensiblemente) la confesión de Frankenstein, que se supone que quiere utilizar como tabla de salvación, es claramente inculpatoria, puesto que si las imágenes ilustran lo que le cuenta al sacerdote (y no como confesión, o sea no en secreto), ahí queda claro que mató sin ningún escrúpulo y directamente, no por medio de la criatura, al profesor Bernstein. Tampoco la posterior y breve conversación con Paul Krempe (Robert Urquhart) aclara las cosas. Creo que ahí hay una cierta ambigüedad argumental, o incluso cierta incoherencia, aunque evidentemente la fuerza de lo narrado hace que no le prestemos demasiada atención.

El otro aspecto que quería señalar es el del personaje: creo que no hay un personaje más extraordinariamente bien dibujado en el género de terror, que suele recurrir a menudo al brochazo, que el del barón Frankenstein. No sé si el mérito corresponde más a Sangster, a Fisher o a Cushing (que lo encarna maravillosamente en las cinco entregas), pero es un científico lleno de matices. Amoral, más que inmoral, su manera de estar en el mundo no es tanto el de un enfrentamiento con Dios, algo típico en ciertos relatos científicos de terror, como el de Shelley, sino la substitución de Dios. No es que el barón se revele contra lo divino de forma blasfema, sino que prescinde por completo de ello, no tiene ninguna necesidad de invocar algo extramundano. Él es el único señor de su propia vida, y en ejercicio de su poder actúa sobre la naturaleza. Su utilitarismo extremo, completamente alejado de cualquier rasgo romántico, me parece la mejor aportación del ciclo.

Solo un apuntes más: me parece demasiada la diferencia de edad entre el Victor joven (Melvyn Hayes, de 21/22 años) y el Victor adulto que interpreta Cushing (de 43/44 años), diferencia de edad que no se justifica ni argumentalmente, ni se aprecia de forma tan acusada en el personaje de Paul Krempe. Quizá hubiera sido preferible un actor más joven que Cushing, aunque quizá en aras de una mayor verosimilitud nos hubiéramos perdido una de las mejores interpretaciones del género.

¡¡Que interesantes cuestiones mad dog!!, yo la acabo de ver y también me "chirríó" eso de porqué está en la cárcel... ¿que pruebas había contra él?...

Todo lo que cuenta es tan fantástico, y además no hay pruebas... porque el monstruo desapareció... y el único cabo suelto es la doncella... pero yo creo que el muy "zorro" la disolvió en el ácido... desde luego el barón no tiene ni un pelo de tonto...

Por tanto... ¿de que se le acusa?... se supone que el profesor se cayó por la baranda de la escalera...

La verdad es que no queda claro... tampoco hay escenas de masas de personas que vieran a la criatura... es todo muy ambiguo.

A mi la película siempre me ha encantado, y desde luego es de terror y horror... porque personalmente que yuyu me da tanto experimento con personas, miembros, cerebros, ojos... por eso siempre he preferido la temática de Dracula/vampirismo.

Respecto a la diferencia de edad entre el actor que hace de adolescente y el propio Cushing, pues sí, es un salto brusco, pero no me pareció mal... (pero es por ejemplo Tyrone Power en "Eddie Duchin story", cuando dice que acaba de salir de la universidad y el tío tiene ya 42 años, y se le ve "cascado", y así lo veo yo durante la mitad de la película... no me lo acababa de creer, con tanta edad y comportándose como un chiquillo... pero bueno, eso es otra historia).

Como digo Cushing es el alma mater de la película, su personaje tiene una fuerza magnífica, a su lado los demás personajes solo deben contentarse con aparecer en pantalla y poco mas...

La criatura (Christopher Lee) es magnífica también, aunque me sigo quedando con la de Boris Karloff por supuesto, pero estos remakes están tan bien hechos y son tan diferentes de la etapa Universal de los años 30 que por eso me encantan. Encontraron su propia personalidad, además aportando el color, la crudeza y la permisividad de los años 50/60...

Por cierto, me pareció curioso que el barón prestara mas atención a la criada (que va toda tapada) que a su prometida, que lleva unos vestidos con unos escotes de vértigo... además de ser bastante mas guapa... supongo que cosas de guión.







Espero que algún día la editen por aquí en buenas condiciones en bluray, porque vaya tela que para verla en HD tenga uno que sumergirse en la red...

Yo creo que prefiere la criada, aunque no se diga, porque de ella solo quiere sexo (y uno se imagina que mucho más que un vulgar "misionero" de vez en cuando), mientras que la prima es solo fachada, una nota de convencionalismo para cubrirse las espaldas (lo que pasa es que Hazel Court es mucha Hazel).

El tema del sexo desaparece del resto de películas del ciclo dirigidas por Terence Fisher.

En FRANKENSTEIN CREATED WOMAN (1967) la Criatura (femenina) en realidad se encuentra bajo el amparo del barón e incluso cuando muere al final lamenta sinceramente su muerte.

Y en EL CEREBRO DE FRANKENSTEIN (1969) la famosa escena de la violación de su pupila fue algo impuesto por Sir James Carreras, algo a lo que se opusieron frontalmente tanto Fisher como Cushing y que además si nos fijamos no tiene luego continuidad en la historia.

A pesar de las lagunas que pueda tener la película (me refiero a LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN) sigue siendo una película fascinante y el personaje del barón encarnado por el inmarcesible Peter Cushing, como bien diice mad dog earle, es uno de los mejor perfilados dentro (y fuera) del fantástico.

Iniciado por mad dog earle

Yo creo que prefiere la criada, aunque no se diga, porque de ella solo quiere sexo (y uno se imagina que mucho más que un vulgar "misionero" de vez en cuando), mientras que la prima es solo fachada, una nota de convencionalismo para cubrirse las espaldas (lo que pasa es que Hazel Court es mucha Hazel).

Pues sí, "nuestro" barón es muy listo, quiere disfrutar de dos mujeres diferentes, a la vez...

Iniciado por Alcaudón

El tema del sexo desaparece del resto de películas del ciclo dirigidas por Terence Fisher.

Y en EL CEREBRO DE FRANKENSTEIN (1969) la famosa escena de la violación de su pupila fue algo impuesto por Sir James Carreras, algo a lo que se opusieron frontalmente tanto Fisher como Cushing y que además si nos fijamos no tiene luego continuidad en la historia.

A pesar de las lagunas que pueda tener la película (me refiero a LA MALDICIÓN DE FRANKENSTEIN) sigue siendo una película fascinante y el personaje del barón encarnado por el inmarcesible Peter Cushing, como bien diice mad dog earle, es uno de los mejor perfilados dentro (y fuera) del fantástico.

Esa escena de la violación, tampoco me gustó a mi, no venía a cuento, y como dices, luego no afecta a la trama...

Sí que es fascinante la forma en que está escrito y luego interpretado el barón Frankenstein en "La maldición de Frankenstein"... un papelón, vaya... y convirtió a Peter Cushing en una estrella de cine internacional...

Dado el enorme número de películas que hay disponibles ya sea en BD o en DVD de la Hammer, ¿preferís que hagámos una selección (o sea, básicamente las películas de Terence Fisher y el resto de títulos góticos) o seguimos con el programa y analizamos todas las que se puedan? Lo digo porque también hay algunos thrillers excelentes así como un par de títulos bélicos francamente interesantes. E incluso algunas simpáticas películas de aventuras.

Como quieras, a mí me está bien que la selección sea variada, aunque es más que probable que haya films que no pueda comentar.

Iniciado por mad dog earle

Como quieras, a mí me está bien que la selección sea variada, aunque es más que probable que haya films que no pueda comentar.

Opino igual que mad dog earle, es bueno que haya variedad de títulos, aunque yo tampoco los tengo todos y no los podré comentar, pero lo dejo a tu elección, estimado Alcaudón.