La momia (The Mummy, 1959), de Terence Fisher
Vs.
La momia (The Mummy, 1932), de Karl Freund
Tal como avancé en un post anterior, me regalé el pasado lunes con una sesión doble de las que hacen que te reconcilies con el cine entendido como algo fantástico, maravilloso, recuperando por unas horas un poco de esa ingenuidad infantil con la que descubrimos el séptimo arte (y que, a menudo, lamento haber perdido).
Sobre el film de Fisher, poca cosa a añadir al extenso comentario de Alcaudón. De la película destacaría la bella fotografía de Jack Asher, de un cromatismo de “cromo”, valga el juego de palabras. También el trabajo de decoración y ambientación: me fascinan esas mansiones británicas con biblioteca, sillones de orejas, fuego de chimenea y copas de brandy o de sherry. En ese ambiente Peter Cushing se mueve como pez en el agua, con ese estilo de movimientos electrizantes que le caracteriza.
Todas las secuencias que ilustran el pasado (que, en cierto modo, no son flashbacks, al menos no subjetivos, puesto que nadie está vivo para contarlo… ¿o sí?) me parecen encantadoramente falsas y artificiosas, de cartón piedra comme il faut, aquí no cabe el realismo. Espléndida también es la capacidad de Christopher Lee de expresar tanto con tan poco, solo una mirada de infinita tristeza.
De todas maneras, es ahí, en la momia, no tanto en el personaje de Kharis, donde le pondría algunos peros al film. Esa larguirucha momia moviéndose a grandes zancadas por un bosque de estudio me resulta demasiado artificial, creo que el film hubiera ganado mostrando menos, algo que avanzo que es uno de los grandes aciertos del film de Freund. Eso sí, la imagen de la momia surgiendo de la ciénaga es impactante y de una gran belleza.
Respecto a que el film de Fisher no es un remake del de Freund, es cierto en sentido literal, pero es evidente que retoma el mismo tema, e incluso, por lo que pude comprobar en el jugoso extra del DVD de Universal del film de 1932, recupera los nombres de Kharis y de Ananka de las secuelas de la película de Freund, por ejemplo de The Mummy’s Hand (confieso que no recuerdo haber visto ninguna de esas secuelas, ni siquiera la versión bufa de Abbott y Costello). Aunque, en este caso, de manera demasiado casual, resulta que la Isobel Banning, interpretada por la bella Yvonne Furneaux (en un papel con menos relieve del deseable), se parece a Ananka, pero no es su reencarnación, ni siquiera su descendiente.
Si nos trasladamos, no unos milenios, sino simplemente 27 años atrás, nos encontramos con la que se puede considerar sin duda una de las obras maestras del cine de terror de la Universal de los 30 (en mi opinión superior al Dracula de Browning y al mismo nivel de las entregas sobre Frankenstein de James Whale). Freund era por encima de todo un fantástico director de fotografía, que dejó su impronta en lo más granado de la producción alemana de entreguerras: títulos de Lang (como, por ejemplo, Metropolis), Murnau (la genial Der letzte Mann, entre otras) o Dupont (la espléndida Varieté), junto a Der Golem, wie er in die Welt kam, de Wegener y Böse, e incluso Michael de Dreyer, sin contar que ya en Hollywood, y antes de The Mummy, lo encontramos detrás de la cámara en films espléndidos como All Quiet on the Western Front, de Lewis Milestones, el citado Dracula, de Browning, o Murders in the Rue Morgue, de Robert Florey, alargando su carrera durante las siguientes décadas, hasta adentrarse durante los cincuenta en los procelosos mares de las series televisivas. Como director, en cambio, su carrera fue corta. Según imdb, antes de The Mummy solo había dirigido dos films silentes en Alemania y varios cortos, además de participar de forma no acreditada en el Dracula ya citado. Después, solo dirigió 7 largos, entre los cuales destaca sin duda el último que rodó como director, en 1935, Mad Love, con Peter Lorre.
Se nota en The Mummy que estamos ante el trabajo de un brillante director de fotografía bregado en el denominado “cine expresionista alemán”, aunque aquí se acredita como director de fotografía al veterano Charles Stumar, de origen húngaro, el cual, paradójicamente, después de una larga experiencia en el cine mudo norteamericano, se trasladó a Alemania, donde rodaría numerosos films a finales de la década de los 20 y principios de la de los 30.
Sea debido a Freund o a Stumar, o probablemente a los dos, la película goza de unas imágenes inolvidables. Además, la cámara nos sorprende con una movilidad inusual en los inicios del cine sonoro, consiguiendo un dinamismo, potenciado por el montaje, excepcional. Todavía hay algunos rastros de la rigidez de los primeros tiempos del sonoro en algunos diálogos, pero son escasos. Y, por supuesto, tenemos a Boris Karloff, un memorable Ardeth Bay/Imhotep, en una interpretación prodigiosa, sabiamente modulada a partir del tono de voz, de la lentitud con la que pronuncia sus frases, de sus movimientos precisos y su presencia impresionante, tanto como sacerdote del Antiguo Egipto como en el rol de egipcio trasladado a El Cairo de la década de los 20 y 30. Y, claro está, como momia, papel que, a diferencia del film de Fisher, solo encarna durante una secuencia al inicio del film, en la que no lo vemos nunca de pie, solo dentro de su sarcófago, donde vuelve a la vida en una de las secuencias más memorables de la historia del cine.
Como un acierto también es que su desaparición de escena se visualice mediante una venda suelta que se arrastra por el suelo. Pero no hace falta que se envuelva en vendas para resultar terrorífico: Karloff, como Ardeth Bay, realiza quizá su interpretación más portentosa.
Junto a Karloff, Zita Johann, actriz teatral de origen húngaro, trasmite el misterio, la magia, propia de la envoltura corporal en la que se ha encarnado, a través de “océanos de tiempo”, la princesa Anck-su-namun.
Esos ojos enormes, que parecen escapados de un jeroglífico, son el contrapunto perfecto del rostro acartonado, apergaminado, de Ardeth Bay, en un poético reencuentro amoroso.
Incluso la sensación de cierto encorsetamiento en las interpretaciones del resto del reparto se desvanece ante la excelencia de los duelos entre Karloff y Johann.
En resumen, la película de Fisher es un buen film, pero la de Freund es una obra maestra inmarcesible. Obra que, según se comenta en el extra del DVD, pudo llegar a ser muy diferente, puesto que se preveía mostrar las sucesivas reencarnaciones de Anck-su-namun a lo largo del tiempo, incluida al parecer una secuencia en la época del Imperio romano en que Zita Johann se tenía que mover entre leones. No se han conservado esas secuencias, pero por los testimonios fotográficos se llegaron a filmar. A ver si un día aparecen en algún polvoriento desván… quizá de aquí a dos o tres milenios.
Como bien dices, amigo mad dog earle, LA MOMIA (1932) es una obra maestra y LA MOMIA (1959) es, simplemente, una excelente película.
Que tampoco es moco de pavo.
Esperando los comentarios de los asiduos del foro la semana que viene, si la salud lo permite, me pondré con el de THE STRANGLERS OF BOMBAY (1960), una película de la que tengo una lejano recuerdo cuando la vi de niño aunque creo recordar que volví a verla hace unos años gracias al lector de DVD multizona que me compré, dado que dicha película sólo se editó en la Región 1.
Aunque la ausencia en el reparto de Peter Cushing y/o Christopher Lee puede suponer un handicap hay que indicar que fue la primera película de su director rodada en Scope (2.35:1) y la primera vez que Arthur Grant ocupaba el puesto de Jack Asher tras las cámaras. Ah, y el estar rodada en blanco y negro, al contrario que los títulos góticos del director y que tanta (y justa) fama le habían dado.
E igualmente la semana que viene, ... mediante, insertaré el último comentario en el foro Hitchcock con los dos (únicos) episodios que dirigió para series ajenas.
Eso sí, si antes el cielo no cae sobre nuestras cabezas...
Y no te olvides de Baby Doll.
Estoy en ello, estoy en ello, pero la salud no me acompaña lo que debería...
Tranquilo, que hay que llegar a Navidad a toda costa. Tú a tu ritmo.
Tercera película de monstruos clásicos y primera hecha para Universal, que tras un acuerdo cedió a la Hammer algunos derechos, como el de usar los nombres de las pelis originales, a cambio de la distribución fuera de tierras británicas.
Con Fisher y los protas Cushing-Lee más el guionista Jimmy Sangster hacen un remake del original maravilloso de 1932, recogiendo además aspectos de las secuelas.
Como en todas las películas de la productora,destaca el color y la historia menos romántica y con cierto halo sexual. Se queda corta en escenografía...no resulta tan efectiva ni mágica. Hay elementos de vestuario y algún set que cumplen,pero que nadie espere otro DRACULA58. En algunos momentos es cutre y chinorra.
Las actuaciones de Cushing y Lee son menos lucidas que en las versiones Hammer anteriores,la bella Yvonne luce i prou y el resto del elenco flojea...no hay suficiente entusiasmo.Guión endeble.
Hecha con profesionalidad recomendable sólo para incondicionales de la Hammer,a mí me parece de las peores adaptaciones.Justita y ya.
6/10
Última edición por hannaben; 18/12/2020 a las 18:51
¿Es la primera vez que la ves hannaben?, lo digo porque a mi me pareció algo parecido en mi primer visionado... ha ido subiendo de categoría en sucesivos pases, hasta llegar al máximo al verla con gran calidad de imagen gracias al bluray, que ayuda mucho.
Ahora me encanta, y la adoro...
Pues aquí coincido con cinefilototal puesto que cada vez que la veo me parece mejor.
Y, desde luego, el mejor trabajo interpretativo hasta la fecha de Christopher Lee.
El otro día visioné por primera ver "The earth dies screaming" (1964):
Filme de serie "Z" de apenas una hora de duración, con reparto de segundones, presupuesto ínfimo y realización rutinaria...
Madre mía menudo engendro filmó San Fisher... no sé lo que cobraría en su día, pero vaya, mejor estar en el paro que hacer este tipo de películas tan sumamente malas.
Con un comienzo realmente inquietante (los únicos buenos minutos), la trama poco a poco se va desvalazando cada vez más hasta llegar a un final totalmente desangelado y sin sustancia...
El diseño de los robots es pobrísimo, dignos de series de tv como el dr. Who de la época, pero es que todo está mostrado con tal desgana que por ejemplo, cuando la chica huye de los zombis, ni siquiera se molesta en cerrar la puerta tras ella, total para qué... si a esas alturas ya nadie se lo toma en serio.
En fin, no sigo con mas vinagre y si alguien se atreve con ella, que lo comente luego...
Lo primero, gracias por reactivar el post que tenía un tanto dejado de la mano de Dios.
Lo segundo, el fracaso de alguno - de taquilla, no artístico- de sus títulos más personales, como LAS DOS CARAS DEL DR. JEKYLL o LA MALDICIÓN DEL HOMBRE LOBO, le supuso un cierto ostracismo al director por parte de la Hammer, algo difícil de explicar puesto que era su director estrella.
No fue hasta LA GORGONA y, especialmente, DRÁCULA, PRÍNCIPE DE LAS TINIEBLAS y FRANKENSTEIN CREATED WOMAN, o sea el retorno a lo ya conocido, que el director no volvió a recuperar el favor del público (y de la Hammer).
Por cierto, la película que reseñas ya la comenté hace un tiempo en el otro rincón, aunque no la recuerdo de forma tan negativa como tú. De hecho, tiene cierta gracia.
Aver si me pongo las pilas con el foro aunque seguramente me salte THE STRANGLERS OF BOMBAY dado que no he conseguido una copia en VOSE y pase directamente a la citada LAS DOS CARAS, para mí una de las mejores versiones de la novela de Stevenson junto a la de Rouben Mamoulian y la de Jerry Lewis.
Me temo que mis archivos no son tan exhaustivos como los de mad dog earle y aportes tan "añejos" no los tengo indexados.
Eso sí, eran notablemente más breves que los actuales...
No he encontrado tu reseña, estará perdida por ahí.
Es curioso, porque en la revisión que hago últimamente de títulos Hammer, y Góticos Italianos, encuentro que a día de hoy me gustan igual que antes, o incluso más, estos últimos, mientras que los títulos Hammer ya no me gustan tanto como antes (ojo, no quiero decir que no me gusten, sino que no tanto como antes. En mi niñez-adolescencia-juventud, era al contrario, tenía preferencia por los Hammer, con respecto al gótico italiano.
¿Y vosotros, a día de hoy, cual os tira más, Hammer o Gótico Italiano?
Última edición por Nomenclatus; 24/02/2021 a las 18:38
"Como te ves, yo me ví, como me ves te verás. Todo acaba en esto aquí. Piénsalo y no pecarás."
Osario de Wamba
Depende del título que sea.
A mí me gusta por igual Mario Bava que Terence Fisher.
He localizado una copia de "Los estranguladores de Bombay" en mi arcón de dvds grabados... en cuanto pueda le echo un vistazo, veo que Mr. Alcaudón aún no la ha comentado, mejor, así podemos cuadrar nuestras impresiones, aunque yo la recuerdo con desgana... ya veremos.
Por ahora estoy más out que in en todos los frentes...
Epitafio del hipocondríaco:
"Ya les dije que estaba enfermo".