Olvidaba la 3a! (me olvido de la 4a y 5a porque era un ciclo años 70-80-90, y aparte la 4a no me gustó nada en el cine y con la 5a no me atrevo).
Die Hard with a Vengeance (John McTiernan, 1995)
Esta también la vi en el cine y siempre me ha parecido curioso el afecto que parece le tienen los fans a esta entrega. No porque yo no lo comparta, de hecho, creo que fácilmente es la mejor de las secuelas (sólo por detrás de la original, claro) pero también pienso que hay un tema generacional al ser la primera entrega que algunos vieron en el cine (fue mi caso pero a) el género, la saga o su intérprete no me emocionan lo suficiente b) ya tenía casi 18 años así que la que debería de haberme marcado sería la segunda, incluso la primera), igual que ocurre con la tercera entrega de Indiana Jones para los fans de la misma que rondan los 30 y pico o 40 y no pudieron ver la primera en el cine.
Dicho esto se entiende todo: es muy entretenida, la fórmula se repite por tercera vez pero con el añadido de un compañero como Zeus que lo convierte todo en una buddy movie (aunque todos sus encontronazos son muy, muy ligeros, Cates-Hammond y Riggs están en otra órbita) y sobre todo del juego contrareloj que propone Simon Gruber, amén de un uso muy logrado de NYC como escenario de toda la acción.
Eso es lo primero. McClane es un policía de NYC pero en la original le vemos en Los Ángeles y en la secuela en Washington así que esta es la primera entrega en su terreno, lo cual tiene su punto: es la primera de todas las que he revisado que sucede en NYC. Hasta el momento todo era en California salvo la mencionada Die Hard 2 y también Bad Boys, que sucede en Miami, cuya estética es muy particular y comparte con California un clima benigno. Pero NYC, un decorado clásico en el cine, había sido ajena a las mencionadas sagas. Y su uso es el primer elemento que caracteriza este film: vemos el bullicio de Manhattan, la tremenda densidad de población, el metro, hay un uso extensivo de un taxi, grandes obras urbanas, Wall Street, el puerto... Todo muy urbano, denso, cemento, y le queda de lujo a la premisa.
Dicha premisa es el otro triunfo. Por lo visto Die Hard III parte de un guión que fue de mano en mano, se pensó como posible entrega de Lethal Weapon y al final lo compró la Fox, adaptándolo a una entrega de Die Hard, confirmando la sencilla base con la que se mueven estos films. Porque esta Die Hard podría haber sido un film sobre un soldado alemán que engaña a la policía haciéndoles creer que es un terrorista que pretende volar una escuela para, en ese lapso, robar la reserva federal y luego, engañar a sus propios jefes simulando volar ese oro en un barco para finalmente huir con el botín. Y en todo ello meten a McClane y a Zeus. Y arreglamos al villano para que sea hermano de Hans Gruber, meter un nuevo engaño a la policía y de paso un título para el film.
Aunque se va a más de 2 horas es muy entretenida, y como las demás de la saga va a saco: esa intro funciona perfectamente, mostrando imágenes de un día normal en NYC hasta que una bomba rompe con esa normalidad, creando un gran efecto de impacto inesperado y de paso no necesitan explicarnos que el villano y su grupo van en serio. Lo de McClane ya me va menos porque el personaje en si mismo no me dice mucho y Willis pues, menos aún (no sé es que siempre he visto al personaje un poco hortera, prefiero un Callahan o un Cates, de largo), así que supongo que es inevitable que tenga mucha resaca, que Hollie le abandone (normal) y que en ese momento no tenga placa... Pero por lo demás nos ahorran más McClane, es curioso. Y no se nota porque no hay tiempo para nada más, debe hacer lo que dice Simon, y el inspector tampoco tiene tiempo de broncas, así que vamos a saco con el juego a contrareloj.
Además la implicación de McClane y Zeus (un Samuel L. Jackson en los años en los que cimentaba su fama tras Pulp Fiction) tiene todo el sentido, uno por su trabajo, el otro porque Simon le obliga. El resto es ya el citado correcaminos, de escenario en escenario, con acertijos y la revelación de que en el fondo es todo un robo. El plan es, claro, totalmente exagerado, pero la película acierta en no darte respiro. Además la premisa obliga a que sea McClane el héroe por obligación así que no te cuestionas lo absurdo de que él solo, de nuevo, tenga que solucionarlo todo. Y además el hecho de que realmente no sea una venganza me gusta porque ese sería un motivo chorra de este género pero de una película más cutre, y Simon obviamente se ríe ante eso, casi como una meta broma en la que nos dice que ese sería una premisa estúpida para la película: todo eso se monta para robar millones en oro, no para vengarse de un policía.
Me gustan las escenas en el colegio, los cambios de escenario y el ritmo que no decae en ningún momento. No entiendo, sin embargo, el papel del psiquiatra en la comisaría: o hay escenas cortadas o no entiendo como suelta toda su primera descripción sin haberle escuchado, y la segunda de hecho suena un poco forzada; el tartamudeo de Simon parece muy random e igualmente forzado; todo su grupo es obviamente random, unos alemanes altos con cara de mala gente, vale. Y no entiendo que manden a McClane (y aún menos a Zeus) a Quebec, cuando debería ser un grupo de asalto, marines o algo de eso.
Por cierto, se nota el por entonces alto presupuesto de 90 millones: algunas escenas son espectaculares y muy logradas. Sin embargo, comparada con Bad Boys, de ese mismo año, se ve menos moderna. Es curioso cuando se comparan distintas películas de un mismo momento: Die hard 3 se nota noventera, sin duda, pero sería difícil precisar el año salvo que uno sea un freak del asunto (yo lo soy), y parece incluso algo más antigua. Sin embargo Bad Boys es tan 1994-1995, y su estilo visual (inclusive vestuario, peinados, coches) y fotografía lucen mucho mejor que Die Hard 3. También es cierto que esta última tiene la ventaja de estar menos atada a un momento concreto.