Visto el piloto, pues una más de aventurillas adolescentes con mucha moralina "american middle-class". Puede entretener si nos olvidamos de lo ridícula que resulta la premisa del fin de la electricidad: la electricidad no es un fenómeno al que se llegue mediante el uso de altísima tecnología, es algo que la misma naturaleza produce y que unos señores en el siglo XIX con muy pocos medios emularon, por lo que aun admitiendo que se pudiera producir un apagón mundial, ¿en qué cabeza cabe que no se pudiera producir de nuevo más electricidad con una simple dinamo y de ahí en adelante?