El problema de esta Saga en la actualidad radica en un problema que tiene dos vertientes: se contrata a gente de mayor o menor talento, pero sin el bagage/experiencia adecuados; y, al mismo tiempo, la gente de mayor capacidad, y mayor bagage, o enjundia, no quiere involucrarse en un sistema de producción que hoy combina la contraproducente paradoja de ir sin rumbo en la historia con no dejarle decidir apenas nada verdaderamente importante.
StarWars es algo demasiado grande para considerarlo una manufactura. Es trabajo para cineastas. Que luego pueden hacer algo que guste o no, criticable por unos u otros, pero no es ningún trabajo al uso.
La pena es que luego este envite, por cómo se están haciendo las cosas, sea rechazado por directores Top como David Fincher.
Quizá en vez de lanzarse a desarrollar más episodios, o incluso trilogía(s) utilizando al último profesional exitoso de turno, deberían detenerse, pensar, y reflexionar sobre lo que están haciendo. Y darle un giro a la altura de la solemnidad, dimensión e importancia de StarWars.