Es una opción, que te importe un pito cómo se hacen las películas. Pero que a ti te importe un pito no implica que no sea importante.Puede, pero a mí como espectador me importa un pito.
No te voy a explicar por qué como espectadores y cómo cinéfilos no debería importarnos un pito cómo se hacen las películas y qué podemos esperar del cine en el futuro. Tampoco te voy a explicar porque a los cineastas y a los creadores tampoco les importa un pito.
Lo que es significativo es que algo que te importa un pito está acaparando posts y posts por el foro y está llenando las conversaciones de casi todos los cineastas del mundo. Les importa tan poco, de hecho, que los que renegaban del digital ya han abandonado el 35 para sus nuevas películas (Hola, Álex De La Iglesia).
Si a todos nos importara un pito cómo se hace el cine, hoy en día las películas seguirían rodándose como hace 60 años. Y nos habríamos perdido grandes películas porque como a la gente le importa un pito cómo se rueden qué más da si seguimos despilfarrando el dinero en cosas cuyos costes pueden reducirse, qué más da si seguimos contratando miles de extras que se pueden generar perfectamente por ordenador, qué más da si un actor muere justo antes de terminar una película y como no se le puede sustituir digitalmente mandamos todo el proyecto a la mierda.
Qué más da que no se puedan ver películas como El Señor de los Anillos, a no ser que sea en dibujos, porque el coste de hacerlo todo sin importarnos cómo se hace el cine sea equivalente a la economía de medio continente americano.
Qué más da que no puedas rodar una secuencia tan maravillosa como la del estadio de El Secreto de Sus Ojos.
Qué más da si en vez de crear un personaje digital realista que interactúe con el escenario y los actores tienes que ponerle unas orejas de plástico a un enano para que haga de Gollum y le pidas al espectador un salto de fe para aceptar que es un hobbit deforme y deteriorado.
¡Qué más da que crees un personaje de plástico con motores dentro para que se mueva y te saques ET de la chistera!
Total, al espectador le importa un pito ¿no?
Por suerte para todos, a algunos nos importa el cine más allá de sentarnos en la butaca, ver la película, levantarnos de la butaca y criticarla. Y aún más, por suerte para absolutamente todo el mundo, a los que hacen cine les importa cómo se hace el cine; o aún estaríamos viendo teatro grabado en blanco y negro.