Ahora es cuando yo te salto al cuello... Jjejejejejje ;)
Sin ánimo de ofender, porque no va por ahí el comentario (ni muuuuuucho menos, interprétame bien, amigo Scissorhands, que no lo digo en tono peyorativo ni nada parecido ;) ), pero se nota que no lees los cómics de los X-Men y que sólo conoces como la mayoría (y es normal) los personajes por su adaptación al cine: los personajes del universo X-Men (dentro del Universo Marvel, claro está) son todo menos planos. De hecho, son los más complejos con mucha diferencia... y hay personajes a patadas. Otra cosa es lo que luego un guionista simplón como éste, que puede conocer mucho, poco o nada a los personajes haga con ellos a la hora de pasarlos al celuloide, pero créeme, si los conocieras alucinarías en colores de lo complejos que son... No por cualquier cosa son los de mayor ventas desde hace muchos, muchos, muchos años y los que abanderan la franquicia. El Universo mutante es el más prolífico y complejo, y no está destinado para niños. Por eso a los que sí conocemos y queremos tantísimo a esos personajes nos duele que hagan algo tan descafeinado y plano (en cuanto a la película sí emplearía este adjetivo) como esta tercera entrega, porque la gente que apenas sabe de ellos se deja guiar por lo único que le ponen a tiro, totalmente lógico, y ese algo es X-Men: La Decisión Final (o también podría llamarse "cómo Brett Rattner demuestra que una superproducción le viene tremendamente grande").
El mismo tema principal de la película, la aparición del Fénix y la posible cura de mutantes, suponen años de historias en el cómic desarrollando a personajes, volviéndolos complejos e interesantísimos. La misma Bestia es una claro exponente de ello en el mundillo de papel y tinta: un personaje que es una verdadera delicia. Aquí, en cambio, en apenas hora y media se han pulido ambos temas con una simpleza absoluta, casi irrisoria.
Si hay algo plano es, de largo, esta tercera entrega. No olvidemos que se trata de una adaptación del cómic, es decir, trasladar el cómic al cine y no una versión, esto es, hacer con el personaje cuanto le venga en gana.
Para los seguidores de los mutantes, Brett Rattner es a los X-Men lo que Mark Steven Johnson es a Daredevil o al Motorista Fantasma: esto es, una gran decepción.
Si buscas cine de palomitas y pasar un buen rato sin mayor preocupación que entretenerte, puede funcionar bien, pero si buscas a tus personajes de siempre... el chasco es morrocotudo. De igual modo que el lector de una novela se lamenta cuando al convertir la novela en película destrozan la esencia del libro o se pasan por el forro la historia original, un aficionado al cómic, que es el que mejor conoce el material con el que se trabaja, solloza y solloza por la oportunidad perdida cuando ve películas "de las suyas" con tan escaso nivel tanto de aptitud.
Y si alguno quisiera saber de primera mano a lo que me refiero, que se acerque a una librería especializada de cómics y se arriesgue a leer, por ejemplo, Astonishing X-Men. Aseguro que no dejará a nadie indiferente y entonces valorará lo que hizo Singer... y lo que deshizo Rattner. ;)