REVISANDO LA FILMOGRAFÍA DE SAM PECKINPAH (1925-1984) / PARTE VI:
06. STRAW DOGS (1971, PERROS DE PAJA)
Director: Sam Peckinpah.
Producción: Talent Associates Films Ltd. y Amerbroco Films Ltd / ABC Pictures Corp.
Distribución: Cinerama Releasing Corp.
Productor: Daniel Melnick.
Guión: David Zelag Goodman y Sam Peckinpah, basado en la novela “The Siege of Trencher’s Farm” (Londres, 1969) de Gordon M. Williams.
Consultora del diseño de producción: Julia Trevelyan Oman.
Fotografía: John Coquillon (en Eastman Color y formato panorámico (1.85:1)).
Música: Jerry Fielding.
Montaje: Roger Spottiswoode, Paul Davies y Tony Lawson.
Reparto: Dustin Hoffman (David Sumner), Susan George (Amy), David Warner (Henry Niles), Peter Vaughan (Tom Hedden), T. P. McKenna (Alcalde John Scott), Del Henney (Charlie Venner), Jim Norton (Chris Cawsey), Donald Webster (Riddaway), Ken Hutchison (Norman Scutt).
Duración: 1 h 57 m 54 s.
Inicio de rodaje: desde finales de enero hasta finales de abril de 1971.
Estreno: 25 de noviembre de 1971 (Londres).
Me cuesta hacer un comentario de una película días después de su visionado dado que mi memoria es cada vez más frágil y porque además (aunque alguien piense lo contrario) jamás tomo nota de lo que voy viendo.
En mi imaginario cinéfilo PERROS DE PAJA ha pasado de ser uno de los títulos culmen de su director a convertirse en una obra que me provoca tal rechazo que dudo que vuelva a verla jamás.
Quizás por ello mi crítica (en este caso sí lo es) va a ser notoriamente breve.
Adscribible plenamente al género de terror más que al cine negro o al thriller PERROS DE PAJA pertenece a un tipo de cine, el de los ‘70, bastante más combativo (no necesariamente mejor aunque habitualmente lo fuera) que el de los tan añorados ‘80.
Si LA BALADA DE CABLE HOGUE parecía mostrar el lado más amable del director y parecía mitigar en parte la polvareda levantada por la violenta (pero magnífica) GRUPO SALVAJE, en este caso parece que estamos en el caso contrario.
Sin embargo y al contrario de que ocurría con GRUPO SALVAJE – sin duda, la obra maestra de su director (aunque DUELO EN LA ALTA SIERRA le pisa los talones…) - donde Peckinpah elaboraba una inteligente reflexión sobre la violencia y sus mecanismos, en este caso PERROS DE PAJA me parece una obra cuya única finalidad parece ser la de epatar al espectador creando una especie de gran guiñol en donde todo vale con tal de provocar una sensación que, al menos en mi caso (y ya soy un curtido cinéfilo) me provoca un fuerte rechazo.
Aunque admito que Peckinpah logra crear una notable gradación en la escalada de tensión que se va acentuando progresivamente hasta llegar al catártico final (algo, por cierto, que hace mucho mejor Steven Spielberg en su magistral TIBURÓN (1975) y sin tantas ínsulas) también he de decir que la película funciona más por la labor de montaje de Davies, Lawson y Spottiswoode que por la feísta puesta en escena de su director y eso pese a contar con un operador de la categoría de Coquillon (con el que volvería a trabajar en PAT GARRETT Y BILLY THE KID y LA CRUZ DE HIERRO – por cierto, dos excelentes películas, especialmente la segunda -).
No creo que sea faltar a la verdad que en el mundo masculinizado del director las mujeres no tienen cabida (salvo que sean prostitutas o ninfómanas – como parece ser el caso -), cosa que, por otra parte, ocurría en un director en las antípodas de Peckinpah como es Peter Weir...
Desconozco la novela de Williams en la que se basaron Goodman y Peckinpah para elaborar el libreto aunque por lo que he leído difiere bastante de la misma. Como parece que el compañero mad dog earle se va a poner a ello será en verdad interesante leer su comentario sobre la misma.
También he de decir que ni Dustin Hoffman ha sido nunca santo de mi devoción (el personaje de David casi podría ser un adelanto del que le proporcionó un Oscar en 1989…) ni Susan George era la mejor actriz del momento aunque hay que reconocer que su papel es mucho más difícil que el de su partenaire y además aporta una notable sensualidad (o más bien sexualidad) al personaje. Y es una lástima que David Warner, que ni siquiera aparece acreditado, tenga un papel tan breve porque después de todo es el desencadenante (involuntario) de la traca final.
Aunque como decía antes PERROS DE PAJA me parece una película de terror con todas las de la ley, lo cierto es que también es un western en toda regla aunque más bien uno de esos elaborados en Europa donde las dosis de violencia eran notablemente más altas que los elaborados en Hollywood.
Y aunque mucha gente piense que el astrofísico encarnado por Dustin Hoffman acaba con la banda de Tom Hedden (un intimidante Peter Vaughan – cuyo último papel sería el del maestro Aemon en la mítica serie JUEGO DE TRONOS -), quiero decir, con la familia (y adyacentes) de Hedden como venganza por la violación (sea o no consentida por su mujer) lo cierto es que en realidad la reacción del mismo (una especie de perversión del personaje fordiano en EL HOMBRE TRANQUILO (1952)) se produce por la invasión de su sancta sanctorum o dicho en otras palabras, de la santidad de su hogar.
Es cierto que durante la película hay una inversión de los papeles (o de los roles) y esa es otra de las razones por la que me disgusta la película.
Al principio el personaje de David parece ir siempre a remolque del de Amy quien además parece ejercer una morbosa atracción por parte del resto de personajes masculinos que les rodean y que finalmente acabará como todos sabemos.
- Aquí no puedo dejar de mencionar que la escena de la violación (sea al principio más o menos consentida o no) no tiene ninguna funcionalidad en la trama salvo provocarnos un profundo rechazo e incluso asco salvo que Peckinpah la asuma como el castigo justo a esta Jezabel por su equívoco comportamiento, lo cual no diría mucho a favor de la visión del mundo femenino que tenía el director. -
Sin embargo, a raíz de la violación parece que es David el que empezará a humanizarse y ese gesto final de negarse a entregar al pobre Niles (un absurdamente desaprovechado David Warner) pese a los requerimientos de la hora reluctante Amy aunque debemos considerarlo como un acto de reafirmación del mismo acaba por convertirse en una matanza sin sentido (por cierto y lo siento, mal filmada y peor montada) y donde el contundente “Si se mueven, mátalos” espetado por William Holden en GRUPO SALVAJE se convierte en el más domesticado “He acabado con todos” (que además se revela inmediatamente que es falso).
Aunque Peckinpah filma un final abierto (y, seguramente, con el mejor diálogo de toda la película) lo cierto es que difícilmente se saldrá de rositas después de semejante carnicería.
Y tampoco me parece justo que al final todas las culpas recaigan sobre el personaje de Amy.
Para final abierto me quedo con el de LOS PÁJAROS (1963) de cierto individuo de cuyo nombre no quiero acordarme…
Y en verdad aunque muchos intenten emparentar PERROS DE PAJA con GRUPO SALVAJE lo cierto es que ambas tienen escasos puntos de contacto (si es que hay alguno).
Como bien comentáis me parece mucho mejores ejemplos coetáneos como los ya citados de DELIVERANCE (1972) de John Boorman o incluso LA NARANJA MECÁNICA (1971) de Stanley Kubrick (aunque en mi modesta opinión es una película que ha envejecido notablemente mal). Por no hablar de LA MATANZA DE TEXAS (1974) de Tobe Hopper, una película igualmente feísta pero extraordinariamente bien filmada y que se sitúa a años luz de la cinta peckinpahniana.
Como decía, en su época la consideré una gran película y una de las mejores de su director, pero hoy que escribo esta modesta crónica no acabo de entender por qué llegué a alabarla tanto. Debían ser otros tiempos…
Feliz tarde.
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