Zonca apunta al pionero de toda esta estética expresionista que es Sternberg, sobre todo por "Los muelles de Nueva York".
Por otro lado, y aunque es legítimo querer verlo de ese modo, no creo que la película de Hawks, lo valioso que hay en ella, venga de que sea crítica de nada, ni de la prohibición, ni de la posesión de armas, ni del incesto.
Lo que hace de Hawks un cineasta diferente es su peculiar manera de subvertir los tópicos políticos y morales, no sólo los impuestos desde el punto de vista conservador sino también de lo "políticamente correcto" progresista.
Saludos hawksianos.
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