Vista esta tarde, efectivamente tal vez el film pierda algo de fuerza hacia el final, pero es verdad que su idea de arranque me parece muy buena. Para mí es lo mejor de la película, el ver cómo el protagonista, Bosco, pasa de una realidad a otra sin moverse mucho geográficamente hablando. Es decir que pasa de un mundo a otro, que coexisten en un mismo espacio pero que pocas veces se mezclan, y eso creo que lo refleja muy bien el film, como se ha dicho de una manera para mí realista, donde no se fuerza la risa ni se cargan las tintas dramáticas y donde, para mí, otro gran acierto, vemos que los personajes sean de la afinidad política que sean, tienen sus, digamos, incongruencias.

El reparto muy bien, con un debutante Santiago Alverú que, efectivamente, nunca cae en el topicazo y bien acompañado por Javier Caramiñana o Macarena Sanz que ya mostró su bvalía en el nada fácil papel que tenía en Las furias.

Y luego, hay por ahí algún cameo de lujo que supongo que se ha rodado sin ninguna planificación.

Saludos