Es que, a diferencia del último Nolan, Villeneuve deja que las imágenes hablen por si solas.
Tenemos planos como el de la bolsa de cacauhetes que se encuentra abierta y con eso no hace falta que se diga mucho más.
Lo único que le achaco a la película son ciertos momentos un tanto difíciles de tragar, véase, por ejemplo,
la recogida del preso. Parecen tener todo estudiado, con miles de policías y control de calles, y posteriormente quedan atrapados en una caravana que se ve venir a lo lejos