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Todo queda en casa: Castellanos premia a su sobrina Ana Patricia Botín y le agradece los servicios prestados

“La trayectoria de Francisco López, el último empleado en incorporarse a Banesto, demuestra que para el cuarto banco de España por volumen de activos las ganas de aprender y de sacar las ideas para adelante son a veces más importantes que la formación. Francisco no es licenciado en Económicas, sino diplomado en Formación Profesional, rama de Electrónica. Un ejemplo de cómo Banesto toma en consideración a los empleados. "Hemos sido pioneros a la hora de llevar a cabo programas de flexibilización de horario e implantación de teletrabajo", afirma Ana Patricia Botín, presidenta de Banesto.

Tomen aliento y serénense. Lo que acaban de leer no es el texto de uno de esos folletos bancarios donde le invitan a dejar sus ahorros o a domiciliar la nómina a cambio de unos intereses de risa, pero donde te regalan un juego de sartenes, una olla exprés, unos chorizos de Cantimpalo, un fin de semana en La Manga y, si te descuidas, hasta una muñeca chochona de última generación, no. Se trata del texto que acompaña la nominación de Banesto como “la mejor empresa para trabajar” de España por parte de Actualidad Económica, la vieja –y otrora excelente- revista del Grupo Recoletos venida dramáticamente a menos.

Don Jaime Castellanos Borrego, presidente del grupo Recoletos, editor de Actualidad Económica, tiene un morro que se lo pisa, como todo el mundo sabe. También saben que el magnífico Castellanos, casado con una O’Shea, tiene a su sobrina Ana Patricia en palmitas, la niña de sus ojos, y sus réditos ha deparado tan rendida atención, que la presidenta de Banesto ha financiado el management buyout realizado por los gestores de Recoletos al grupo británico Pearson, operación con la que don Jaime y sus allegados piensan pegar el pelotazo del siglo, y bien estará que lo peguen si alguien se aviene a pagar lo que están pensando en pedir por el grupo.

El caso es que don Jaime, todo queda en casa, ha decidido obsequiar al Banesto de su querida Ana Patricia con un premio, ya saben, “la mejor empresa para trabajar” en España, que hay que echarle valor, y doña Ana Patricia, ha decidido a su vez regalar un ejemplar de Actualidad Económica a todos y cada uno de los 9.000 empleados que componen la nómina del banco.

Nos escribe un empleado de Banesto, perfectamente identificado, relatando los sentimientos de gratitud que le embargan con tan fausto motivo. “Después de 30 años en Banesto, me estoy planteando pedir la excedencia a ver si, mientras tanto, el señor Botín decide venderlo y cambian las circunstancias. No exagero al decirle que el sueño del 99% de los empleados con más de 40 años es conseguir una prejubilación al precio que sea”.

“Los jóvenes que ingresan en Banesto en los últimos años sólo permanecen mientras encuentran otro sitio para trabajar, aunque sea ganando menos. Se está llegando a situaciones insostenibles, con sucursales sin la plantilla mínima, con prolongación de jornadas hasta las 10 de la noche bajo amenaza de no renovación de contratos temporales o con amenaza de traslado disciplinario encubierto”.

“Ahora llegan las vacaciones y los que se quedan tienen que hacer el trabajo de los que se van, porque no hay dinero para contratar personal para realizar sustituciones. A los empleados de Banesto se les escamotean dos pagas de beneficios anuales (...) Somos el único grupo bancario que no ha externalizado los Planes de Pensiones, gracias al consentimiento de los sucesivos Gobiernos de la nación. Claro que si lo hubieran hecho, la mayoría de los empleados con mayor experiencia se habrían ido a la competencia”.

“Sinceramente, si esta es la mejor empresa española para trabajar que venga Dios y lo vea. Aquí se explota sin misericordia. Es fácil comprobar las bajas por depresión (que se están incrementando de forma exponencial), los enfados de los clientes que tienen que hacer colas interminables, y el cobro de comisiones por todo”. Textual.