Las apps en las smart tv son un arma de doble filo.
Por un lado, son lo mejor. Están adaptadas a cada pantalla, son rápidas y fiables.
Por otro lado, esto es así durante un período relativamente breve. Cuando la Smart queda obsoleta (entre tres y cinco años), las apps dejan de actualizarse, empiezan a tener problemas, y pueden llegar a fallar definitivamente.
La mejor opción es un aparato externo. Para mi gusto, un AppleTV (yo soy 100% android, pero es un artilugio magnífico y muy fiable), seguido del ChromeCast (mucho más económico, con menos funciones, pero aún no me ha dado ni un problema).