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El tratamiento de lo demoníaco (y de lo directamente satánico) en el cine setentero, da para una monografía de las gordas.Cita:
Iniciado por Dr.Lao
Desde el terror digamos convencional, hasta la serie Z más o menos pseudo-porno.
La eclosión demoníaca de los setenta fue un fenómeno digno de estudio. En verdad, la digamos moda, ya empezó en los últimos sesenta, más o menos.
Por supuesto, no olvides que "La semilla del diablo" -de Polanski- es de 1968.
Sí, pero el sabroso filme de Polanski fue un filme isla. La verdadera diablomanía comenzó con Friedkin.
Compañeros de pena en un mundo prosaico... Este genio tiene una lado oscuro muy interesante; ocurre que su lado sentimental e infantil se impone a veces, y no siempre es bien recibido. Son como las concesiones disparatadas de Burton, que cuando más serio y circunspecto está, ¡zas!, te lanza los ojitos que se salen de lás órbitas en plan cartoon. Para ser Midas no puede ir de maldito por la vida por sistema, aunque a veces uno lo quisiera así. Ahora bien, como narrador va más que sobrado.Cita:
Los hay, y muchos, que se meten con estas pelis que, para mi, oscilan entre lo muy notable y lo magistral dentro del género fantástico. Yo ya me he cansado de oir risas y burlas cuando defiendo AI o La guerra de los mundos...
Por favor, no mentes al Burton en un post de Spielberg.
Sobre MINORITY, siempre he dicho q seria un gran film si no tuviera 4 o 5 tonterias MUY TONTAS. Y me sabe muy mal.
Ya me dirás cuáles, aunque sea a la manera de spoiler...
A ver que recuerde... toda esa persecucion alargada q incluye humor con hamburguesas y huida en un coche recien montado (sic)... la extrañisima del doctor y los ojos.... ese "derretimiento" de la cara para colarse en el complejo..... Farrel, en un personaje desaprovechado.... y un tercio final apresurado y demasiado complaciente (si, ya se q hay teorias alternativas rocambolescas).
Menos mal, pues me había asustado. Pensé que ibas a descolgarte con algún fallo garrafal no visto por el menda. Ya ves, para mí lo de los ojos es algo que me apasiona, pues sale a flote el Spielberg oscuro y siniestro que me interesa, el que reprime por el bien del reinado de Midas.