Me ha gustado bastante en muchos aspectos, empezando cómo está rodada y presentada a nivel sonoro, logrando sumergirte en su atmósfera y en todo el viaje del protagonista. También el propio viaje, que en algunos momentos pueda parecer frío o seco, pero deja momentos potentes y emotivos sin tener que caer en maniqueos ni sentimentalismos baratos. Quizá, sin pretender que se tirara toda la película en ese espacio, la elipsis temporal de su aprendizaje me ha parecido un salto algo repentino. Y su cambio de actitud y la recta final un poco ídem. Aún con ello, tiene un gran final y la escena de "la cama" me parece muy buena.
Hay una cosa, que seguramente sea puramente subjetiva, que me ha evitado disfrutarla al máximo. Quizá más allá de la subjetividad esté equivocado, una parte de la moraleja que entiendo que deja, no me ha acabado de gustar. El viaje y el camino hacia la superación del protagonista sí, eso sin problema. Pero por otro lado, me da la sensación (igual me equivoco como digo) que el objetivo del film es venderme la negación de algo obvio. A ver, como persona con discapacidad, con una enfermedad muscular y degenerativa seguramente lo vea de otro modo. Prometo que no soy tiquismiquis con el tema de la discapacidad, ni me obsesiona como lo tratan en general en la sociedad, ni el lenguaje inclusivo etc. De hecho, el enfoque global del film al respecto me ha gustado. Pero en ciertos tipos de discapacidad creo que hay como una obsesión con negar que es una discapacidad y se vende que el tenerla es casi un don divino que hay que abrazar. Una cosa es aceptar lo que te ha tocado y ser feliz con ello, que es totalmente necesario, pero otra es lo de ¡esto no es una discapacidad y si te quieres curar eres un traidor y quedas proscrito! Y me da la sensación con esta película que es un poco panfleto en ese sentido, aparte de decirte que los implantes cocleares son malos.
Pero más allá de esa observación (reitero subjetiva y posiblemente equivocada) me ha gustado. El protagonista está muy bien por cierto.