Que mala, ¡madre mía!
Ese tifullo que destila esta película a "poco presupuesto, así que rodamos en Europa" tira para atrás (algo que suele hacer mucho Netflix).
Originalidad nula. Cogemos un poco (o bastante) de Final Fantasy (2000) más unos toques a Aliens, y tenemos esta película, llena de agujeros, sin sentidos varios, emocional como una tabla de madera, y poco más. No tiene épica, ni la música cumple (no sé que ve la gente en este tipo de música tan machacona y típica), y salvo los FX (y no precisamente de los malos, que parecían Casper).
Al menos entretiene, eso sí. Supongo que Mortimer y Greenwood tenían que comer en ese momento, así que firmaron contrato para esto.
Simplemente por lo (a priori) interesante de la propuesta, y porque es entretenida, un 4/10.