Bueno, revistada hoy El ataque de los Clones.
Virgen santa, no la recordaba tan mala. Así como La amenaza fantasma me pareció mejor de lo que pensaba, esta se me ha hecho indigesta. Fría y sin alma, con un ritmo irregular (a ratos, muy parada, a ratos, con demasiadas cosas pasando a la vez), con una historia de algún modo confusa y unos personajes que no se terminan de aclarar (Obi Wan parece que está al tanto de lo que pasa entre Anakin y Padme -los Jedis parecen estar en las nubes todo el tiempo en esta película-, pero no hace nada, Padme dice que no quiere saber nada de Anakin y al momento siguiente cae en sus brazos, idas y venidas de un sitio a otro que apenas parecen comprensibles...). El CGI se nota muchísimo, aunque algo menos que en La amenaza fantasma. Por lo menos, no hay tanto personaje de relleno y el tono general de la película es mucho menos infantiloide. Christopher Lee, muy bueno como casi siempre, pero totalmente desprovechado en un personaje previsible a más no poder. A Hayden Christensen le han caído muchos palos por su interpretación de Anakin (pienso que hubiera sido mejor que lo hubiera hecho di Caprio), pero a mi entender, no lo hace tan mal. Lo que pasa, es que a esos diálogos tan sinsorgos, tópicos y desapasionados que le hacen decir, no les saca alma ni Richard Burton. Las escenas de amor son particularmente sonrojantes. Natalie Portman sigue más inexpresiva que los mismos robots. Ewan Mc Gregor y Samuel L. Jackson hacen lo que pueden. Al menos, C-3PO y R2D2 recuperan protagonismo en favor del fostiable Jar Jar (que inexplicablemente, ha llegado a senador, y todo: verdaderamente, la República tenía un problema). Hay buenas ideas en la película, pero se pierden entre un montón de paja. Para mí, sólo realmente salvables las escenas de Kamino y los treinta últimos minutos de la película.