Es otro de los grandes momentos de la película, junto con la escena en plan Fantasma de la Ópera entre Rey y Kylo. Nos damos cuenta, como dice Caním, que no son robots, sino personas, por más que se les haya intentado privar de humanidad. El momento en que cae la mancha en el casco de Finn, es comparable al momento en Espartaco en que
. El bautismo de sangre de Finn no es lo que se esperaba que fuera: esa especie de marca de Caín que cae sobre su casco, lo señala, y no sólo mancha su casco como en el caso de Espartaco, sino también su conciencia. Desde ese momento, él sabe, y sabemos todos, que ya nada podrá ser como antes.Spoiler: