El ritmo de la serie hace que sea un poco descafeinado el encuentro. Es inadmisible que tras diez años ninguno de los dos tenga movilidad. Pensamos que Obi-Wan está más oxidado que nunca, pero es que Darth Vader se mueve más lento que un caracol en slowmotion.
Encima lo hacen a oscuras para que destaque la espada.
En sí está claro que esto en una película no hubiera sido así. Sobre de que el actor vuelva a ser Darth Vader como era de esperar no iba a quitarse la máscara como lo hará su nieto en el futuro. Para el hijo de Leia la máscara es una forma de meter miedo y para Vader de poder vivir.
Se intuye que no será el último encuentro. Se sabe que ninguno resultará dañado.
Eso sí, ha sido impresionante el momento ensamblaje de piezas. Me recuerda a mí montando los Kotobukiya. Se monta igual el muy jodío.
También ha estado impresionante como mataba a primera vista con la fuerza. Nunca había visto a Vader tan desatado entrando a porta gayola.