Este juego hay que jugarlo de noche, a oscuras y con auriculares.
Recorrer una casa completamente vacía (o quizás no...) en una noche de tormenta y en la que cualquier sonido (una tele encendida) te mantiene en guardia de forma constante no tiene precio. Un 10 en inmersión, de los pocos juegos que realmente consiguen meterte en la piel del protagonista con efectividad.
Es una gozada descubrir este tipo de juegos y más en esta era tan casual.
Magnífico análisis del ya habitual por estos lares DayoScript (y gracias al cual descubrí este juegazo):