No sé si os habéis fijado, pero en la filmografía de David Cronenberg, tienden a repetirse una serie de protagonistas con ciertas carcterísticas comunes:
todos ellos sufren un proceso de cambio, que les lleva a una mutación o metamorfosis, un desarrollo que les hace diferentes a la persona que eran al principio del filme.
El ejemplo más claro sería el Jeff Goldblum de La mosca, que empieza humano y acaba insecto, pero lo que es más importante: empieza siendo un ser puramente racional y activo y acaba siendo un ser puramente orgánico y degenerativo.
Más casos, el Christopher Walken de La zona muerta, un ser humano integrado socialmente al inicio y aislado al final.
El James Woods de Videodrome, coherente en el arranque del filme y absolutamente enajenado al final.
Y hay muchísimos más casos, como el de Jeremy Irons en M.Butterfly, un heterosexual altivo y distante que cambia a homosexual y entregado a un amor ilusorio.
Aunque el caso más sorprendente sigue siendo el que el mismo Irons desarrolla en Inseparables: dos seres que comienzan autónomos pero terminan por confundirse en uno solo. Dos cuerpos y una sola alma rezaba el acertadísimo eslógan de esta terrible obra maestra. De hecho, y comparandola con Scanners, tienen muchas coincidencias, sobre todo en su resolución, si bien Inseparables es más emotiva y desgarradora que Scanners, que presenta la fusión final como una mezcla de opuestos, y no una fusión de dos cuerpos escindidos.
Por último tenemos al Viggo Mortensen de Una historia de violencia: un ciudadano normal y pacífico al principio que se revela como asesino implacable y metódico que quien sabe si alguna vez podrá volver a ser el que era antes...
Por cierto, ¿no os parece que todos los chicos Cronenberg (Walken, Woods, FIennes, Irons, Jude Law, James Spader, Viggo...) tienen una belleza muy particular, muy enigmática e intrigante? :mmmh