Quizás no es tanto ser un mentiroso compulsivo -aunque algo de eso hay. Su ego y "necesidad de destacar" le juegan bastantes malas pasadas- como no tener la última palabra ni decisión final sobre multitud de aspectos de la producción, por mucho Co-CEO que sea. Es el director de una propuesta capital que vertebra gran parte del organigrama de próximos estrenos del estudio (si esta fracasa, Supergirl nace herida de muerte, por ejemplo, tal cual ocurrió en la última etapa de Hamada y compañía) y yo me atrevería a afirmar incluso que su versión de la película ya ha podido quedar en cierta forma "comprometida" (#ReleaseTheGunnCut), con esos reshoots -que parecen imposiciones-, ciertas reestructuraciones, la OST, el editor, humor más controlado...
Veremos, pero no recuerdo tantas decisiones "controvertidas" en otras propuestas del director.