¡Sí, amigos! Hoy en día no hace falta ser guapo y rutilante para convertirse en estrella de Hollywood y ser aclamado por las masas. Con suerte puedes convertirte en icono del cine independiente o en secundario gracioso y comercial, y ya no digamos si te conviertes en fetiche de algún director famoso. ¿Estará cambiando el star-system y cada vez admiten más a menudo que los actores feos son emjores actores que los guapos?
Para muestra, un botón de algunos actores más feos que pegarle a una madre en Navidad con un calcetín sudao, pero que se han convertido en el equilibrio del cine actual:
RON PERLMAN (ideal para el remake de "La odisea de la especie")
STEVE BUSCEMI (el eslabón perdido entre Andy Serkis y Gollum)
WHOOPI GOLDBERG (¡Maniáticos! ¡Lo habéis destruído! ¡Yo os maldigo, maldigo las guerras, os maldigo!)
WILLEM DAFOE (con esa cara de cabrón, y encima hizo de Jesucristo)
WOODY ALLEN (es bajito, feo, nervioso, miope... y siempre rueda con actrices esculturales. No sabe ná, el jodío)
MICHAEL BERRYMAN (uno que directamente trabaja gracias a su gepeto)
MARTY FELDMAN (el inmortal Igor... ¡no, Aigor!)
VINCENT SHIAVELLI (fetiche y gran amigo de Milos Forman, y salió en "Ghost"; murió el año pasado)
CLINT HOWARD (lo malo es que se supone que su hermano Ron es "el guapo"...)
DANNY TREJO (no se qué es más rarote: ese aire macarrill, esa cara de naranja, ese cuerpo que fue musculoso hace diez años...)
LA FAMILIA ES LO PRIMERO: Gabino Diego y Quique San Francisco. ¡Test de paternidad ya!
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