Es que precisamente la gran debilidad de la original es que el guión es muy básico, porque es una gran fantasía sensorial. Por eso las opciones del remake, diametralmente opuestas, rompen todas las expectativas, un guión casi demasiado desarrollado y una estética fea y sórdida que va más con estos tiempos tristes en los que a la gente ya no les gustan los colorines.