Para mí la lectura social de la película es evidente, con un claro espíritu de inquietud ante el "apocalipsis" que pueda traer la recesión económica y las "señales y portentos" con los que nos bombardean los medios constantemente y que aquí aparecen en forma de sueños premonitorios. Ese ambiente de clase trabajadora y el constante fantasma de la pérdida del puesto de trabajo, amén de la virtual necesidad de competir violentamente con tus viejos camaradas cuando el desastre sobrevenga y la civilización caiga, apoyan mi punto de vista.

El problema es que a mí la idea de partida me recuerda demasiado a "La última ola" de Peter Weir (aunque llevando el concepto por otros derroteros) y no podía evitar hacer injustas comparaciones entre un clásico del fantástico y una peli indie interesante pero en la que todo me sonaba a cosas ya vistas. Le tendré que dar otra oportunidad en el futuro.

En cuanto a Michael Shannon, ya ha sido protagonista varias veces, y muy bien: En "Bug" de William Friedkin, y en "My son, my son, what have ye done", aquella de Herzog que produjo David Lynch. Ambas de las cuales (incluso la segunda, que es una flipada de arte y ensayo para un público predispuesto) prefiero a "Take shelter".