Pues hablando de tarzanes, y dejando a un lado el que todos sabemos, siempre he tenido una pequeña predilección (fruto, sin duda, de la nostalgia infantil por los programas dobles) por el Tarzán de Mike Henry.
No sé si os acordaréis de él; protagonizó tres películas a finales de los sesenta a cual más bizarra... con el personaje viajando de un país a otro en avión, vestido con traje y corbata, y luciendo un impecable corte de pelo. Las películas tenían un aire a mitad de camino entre Tarzán y James Bond que las hacía muy disfrutables (...o al menos eso le parecía al Dr.Lao niño en aquellos años).