Lo que decía es que no me importa la apariencia de alguien, siempre que su estetica no sea la primera prioridad de esta persona sino su empeño en desarrollar su trabajo.
Si su estetica va a suponer un problema para trabajar adecuadamente y de forma eficaz, prefiero una persona con una estetica normal y corriente que no se vaya a preocupar por un asunto ajeno a su trabajo.
No es discriminación, es que en cualquier trabajo debe estar la persona más adecuada a ello.