Todos los episodios relacionados con el Boston Celtics y las apariciones del mítico Kevin McHale eran muy divertidos, Joe...
En El País viene otra crítica. Su titular: "Aquí no hay quien beba: la Cheers española produce bochorno" ya lo dice todo...
Con algunas cosas me he quedado alucinado. Por lo visto, uno de los guionistas de la versión española dice "Cheers era una serie floja y ha envejecido muy mal"...
Obviamente algunos chistes relacionados con los gays o las relaciones románticas no son igual ahora que hace 25 años, pero si el tio éste no es capaz de ver la genialidad de los gags, los divertidos guiones y el perfecto equilibrio entre personajes, dudo que pueda escribir un buen guión en su vida... Como así demuestran los "chistes", por llamarlos de alguna forma, que comentan en el artículo... No he visto los capítulos por eso me llaman la atención por lo patéticos, infantiloides e indignos de alguien que cobra un sueldo por ello... Atentos:
¿A alguien que escribe estos "chistes" se le puede llamar guionista? ¿Qué profesional puede aprobar este tipo de guiones? ¿Nos tienen por imbéciles a los espectadores haciéndonos soportar estos "chistes"? Y luego quieren que respetemos las series españolas...Que el gag de apertura se centre en Resines atrapado por su novia (una hierática Ana Belén) con una bailarina en el regazo ya indica que el listón no está muy alto. El humor oscila entre lo vodevilesco y lo infantiloide: el pasaje en el que el pobre José Coronado se ve obligado a decir que irá a África para hacer crecer a los pigmeos no hubiera tenido cabida ni en el peor episodio de Los Chiripitifláuticos. A ese podio de boberías se alzan diálogos como: "Paz. ¿Te llamas Paz?". "No, que me dejes en paz" o la imborrable rima de "atolón" con "Tolón, tolón".