Son directores muy serios y exentos de humor, cuyas pretensiones artísticas están en pleno conflicto con la necesidad de éxito de taquilla, lo mismo que les pasaba a Hitchcock o a Spielberg, con la diferencia de que éstos eran genios. En el caso de Nolan, a Villeneuve le dejo de lado porque creo que aún tiene que ganarse el entrar en éste debate, creo que no está tocado por ninguna gracia divina, pero su ambición por mejorar y superarse le redime de cualquier error. Últimamente creo que es evidente su intención de convertirse en el nuevo Kubrick, de tocar todos los géneros y sentar cátedra en cada uno de ellos, Interstellar y Dunkerque son claro ejemplo de ello, pero aún siendo estupendas se quedan a un paso de la maestría. Memento y El Caballero Oscuro me siguen pareciendo sus mejores películas.