Vista ayer, para mí una gran película que consigue ir más allá del origen teatral de la historia, pero que a la vez no renuncia a ello, a ese duelo dialéctico en el que se basa el texto de Margo.
Creo que todo esto se consigue gracias a la vistosa labor de dirección e Ortiz, cuajada de detalles y metáforas visuales (la primera, esalos elementos místicos que vemos en pantalla, la mezcla de tiempos y espacios, y algún homenaje magnífico en lo visual (al menos para mí hay por ahí un homenaje precioso a Narciso negro).Spoiler:
Y luego tenemos a Portillo y Etxenandia, que como suele ser habitual, me parecieron perfectos.
Saludos