Pensando en ella fríamente la película es un sindios narrativo de proporciones épicas, con continuas idas y venidas de personajes que salvo la pareja protagonista nunca tienen la suficiente cuota de pantalla para desarrollarlos apropiadamente.
Electro es la risión y una ridiculez, el duende está fatalmente tratado y a Rhino mejor ni comentarlo. En fin, lo mejor son algunas escenas de acción bastante inspiradas pero el guión hace aguas por todas partes. Sin ninguna duda la peor, sólo por debajo de la tercera de Raimi que, aún con todo, tenía algún momento que era la releche.