Lo que critico Sángel es que varios actores jóvenes de Hollywood que tienen un par de éxitos comenzando su carrera se vengan arriba y se conviertan en unos crios arrogantes y con aires de estrella. Bale o Crowe no han empezado ayer, igual que Mel Gibson, un actor que siempre me ha encantado pero que tiene unas ideas más que criticables y denunciables. Estos jovencitos tienen que aprender a que promocionar sus películas es también su trabajo, y no comportarse en las entrevistas como unos capullos con 20 años de experiencia en el cine.

Está muy feo dar la espalda a un entrevistador, no contestarle o hacerlo con una desgana más que palpable y no seguir la entrevista ni cuando están hablando sus compañeros. El tal Garfield se cubrió de gloria ese día, y si ya te asustas cuando te dan una carta menudo Spiderman estas hecho.