Yo fui de los que en su día se quedó perplejo con eso de ver a Sandra Bullock con una estatuilla dorada. Así que me decidí a ver la película por mera curiosidad.
Me encontré con un telefilm lacrimógeno de sobremesa verdaderamente bochornoso. Con auténticos momentazos de llevarse las manos a la cabeza y decir: "No me puedo creer lo que estoy viendo". Los que veáis o ya hayáis visto la película seguramente estaréis de acuerdo conmigo con que la sucesión de acontecimientos son verdaderamente desternillantes.
Spoiler:
Quitando la calidad de la película que como tal me parece nefasta hay que reseñar que Sandra Bullock no está nada mal para lo que nos tiene acostumbrados pero a años luz de merecer un reconocimiento como el Oscar. Está contenida y convincente y quizá esa actuación que, repito, no es tampoco ninguna maravilla, es el único y vuelvo a repetir ÚNICO aliciente para soportar estas dos horas y pico de sufrimiento.
Película sólo apta para bullockmaníacos y marujas menopáusicas.