Empezada con el piloto.
Uno de esos casos en que lo que ves es exactamente lo que imaginabas. El piloto es casi una película (85 minutos!) con la misma fórmula de The Wire y en general algunas producciones de HBO en las que se empieza con un falso in media res que te permite posicionarte de forma natural en la trama y personajes. Diálogos del nivel esperado en David Simon, caracterización de personajes buscando la naturalidad hasta niveles que parece que la cámara no esté ahí (método usado en The Wire, su ADN vaya) y una ambientación fenomenal, en parte producto de las ventajas de rodar en 2016-2017, recreando la NY de 1971 pero lo mejor es en los personajes. Como en The Sopranos, Simon y cía no sólo piden interpretación sino mimetización, al grano: que Maggie Gyllenhaal parece una prostituta. Se busca esa interpretación casi documentalista y que sólo me falla en James Franco (que siendo productor ejecutivo debe tener mano en como quiere interpretar), que parece más un personaje de Fargo o de una de Tarantino.