Visualmente es la CIMA de Anderson (un tío NADA manco en este apartado), una imprescindible para los que gusten de los aspectos técnicos, especialmente la parte de 1930 rodada en 1.37:1.
Y a los que no gusten de este director por su "poco realismo", que se acerquen sin miedo al Hotel Budapest porque diría que es la más asequible narrativamente hablando que ha hecho hasta la fecha. A los que les gustó Moonrise Kingdom y no la hayan visto, no sé a qué estáis esperando.
Maravillosa.