La madurez autoral de Anderson llega con esta chispeante comedia coral, dominado por un excelente ritmo narrativo, humor inclasificable con mucha mordiente, soberbios encuadres respetando una escrupulosa simetría a lo Kubrick y un memorable desfile de actores marca de la casa con la afortunada incoporación de Ralph Fiennes, que no estaba tan bien desde...