He visto la película con el montaje chino. Me ha parecido inaguantable. Al terminar, mi sensación es que el 99% del metraje habían sido primeros planos o primerísimos primeros planos, cámaras lentas y voz en off y música constantes. Entiendo que hay una cierta belleza en este estilo visual, pero es tan sumamemente cargante para mí que tenía la sensación de estar asfixiado, ahogado, saturado de estas formas hasta unos límites difíciles de explicar.

Probablemente también tiene que ver con cómo se pierde uno durante el metraje, lo primero por no conocer la historia y lo segundo por la (intencionadamente o no) abstrusa exposición de información, que hace que no se sea consciente de la implicación emocional de cada escena. Y tampoco ayuda que esto sea una película con escenas de acción y combates, que a nivel tonal son prácticamente la antítesis de lo que es el cine de Wong Kar-wai. Sí que me ha gustado la descripción del kung-fu como arte y como casi como filosofía, por el contrario, y la nostálgia con la que se describen los cambios de este mundo.

No sé, quizás el primer impacto es demasiado intenso y volver a ver la película (cosa que no ocurrirá) cambiase mi percepción. Me ha pasado con otras películas, y cada día más. Pero ahora mismo mi sensación es de simple jaqueca y de haber visto un anuncio de colonia alargado hasta los 130 minutos.