En el fondo es un debate esteril. Nintendo es una de las empresas japonesas más tradicionales. En pleno 2025 no va a entrar en disquisiciones o divagaciones sobre la idoneidad de representar a tal o cual colectivo. Va a ser extremadamente escrupulosa seleccionando a los actores y actrices que interpreten a dos de sus "activos" más relevantes. El simple hecho de pertenecer a un colectivo minoritario ya la descalifica para el rol atendiendo a la propia idiosincrasia de la empresa. Podemos hablar de preferencias (que es a lo que se reduce este intercambio dialéctico) durante todo el día y toda la noche, pero para Nintendo jamás hubo debate.