Sr. Pretérito, efectivamente la influencia de Kubrick en Anderson es cada vez más patente y no sólo en la forma de rodar. Yo creo que Anderson, como Kubrick, es un director tan dotado para lo técnico y tan poderoso en la narrativa que yo, como mero espectador, voy a estar siempre dos o tres pasos detrás de lo que me está contando. De hay que ante el reto que me plantea como espectador, tenga cierta sensación de vagancia, que no querer entrar en su mundo.
Por otro lado, tras el excelemte comentario de Sófocles79, poco o nada más puedo decir:
SaludosA mí el último Paul Thomas Anderson, el que abandona las historias corales y se convierte en el gran narrador histórico de la idiosincrasia de la sociedad norteamericana, me sigue fascinando igual o más que el primerizo. There will be blood me parece una obra imprescindible, con sus excesos, que los tiene, y The Master es el reverso de la misma moneda. El anticlimax como comentaba frente a la épica, una nueva senda a transitar respetando sus señas de identidad como creador, y otro prodigioso ejercicio de narración y dirección de actores.