Puedo concretártelo exactamente. Dieciséis. Último tercio del año 1992.
Aprobar.

.Fue una imposición de uno de los mejores profesores que he tenido jamás. En aquellos años leímos bastantes clásicos, desde El Quijote, a La Odisea pasando por Drácula, La Regenta...
Se viene anécdota.
Recuerdo bastante bien el año porque ese curso coincidió con el estreno del Drácula de Coppola (principios de 1993), y la Odisea fue antes. De hecho, la asignación era leer la novela (Drácula), ver la película (fue una de las primeras veces que iba solo -sin nadie de la familia, se entiende- al cine, porque pillaba bastante a desmano) y detallar un análisis comparativo. No recuerdo ese análisis (me encantaría recordar las barrabasadas que escribiría

), pero sí que de todo el grupo de clase que decidimos compartir la experiencia (más de una decena, diría), la gran mayoría decidió, ya en las taquillas, abordar el Guardaespaldas y soslayar la de Coppola. Yo, como persona de criterio exquisito y refinado, y por respeto a nuestro profesor y a la confianza depositada en nuestro buen juicio, haciendo valer el pacto lectivo consustancial a todo proceso de enseñanza-aprendizaje respetable, opté por Drácula...porque la chica que me gustaba (un abrazo, Nuria) lo decidió por mí. Ella entraba a Drácula y mi p_lla también. Así iba la cosa. Y compartimos palomitas. Yo estaba a su derecha y mi, por aquel entonces, medio compadre Raúl, a su izquierda. Nunca podríamos haber imaginado que Raúl, algún tiempo después (con el nuevo milenio), se convertiría en actor de cierta fama y renombre juvenil (era fijo en "Al salir de clase" y tiene dos decenas de créditos entre series y cortos), hoy día alejado de la farándula.
Recuerdo que se me hizo algo densa, con pasajes bastante crípticos, posiblemente por su estilo y estructura. También recuerdo que apriorísticamente, por la sinopsis, presupuse que este libro sería muy de mi apetencia, en contraposición a la Regenta. Ironías de la vida, apenas conservo recuerdos de esa primera lectura (conozco y reconozco la obra más por medios ajenos y por mero acervo cultural), y sin embargo adoro a Clarín y a la Regenta (los dos tomos) con todo mi corazón desde entonces. Devoré aquellos dos libros, casi literalmente.
Y respecto a Nolan, conociéndole, diría que va a mantener cierta rigurosa fidelidad al texto (y su estructura in media res le va a permitir jugar con el montaje y sus tropos temporales, que ya son una constante en su filmografía) y va a ir a por todas con aquellos pasajes más mitológicos, desde sus tonos épicos grandilocuentes, tan de su agrado. La elección del proyecto no me parece en absoluto baladí o una ocurrencia poco meditada.
