Película muy sobria, elegante, con estilo y consistente como una piedra. Redford está para nominarle y el solito se come la pantalla y no hace falta nadie más. Un estilo de lo que fue Alcatraz con Eastwood, el se lo guisa y el se lo come.

También es cierto que la película no inventa la rueda, ¿pero le hace fata?, pues no, es una gozada ver a un actor como el en un estado de gran calidad y no de despedida, como lo que se supone que es.

La dirección de foto es magnifica para lo que pretende, que es crear una película que fuese rodada en los 80, muy correcta, sin efectismos raros ni volteretas mágicas.

La película vuelca todas sus fuerzas en explotar al máximo la historia de Forrest Tucker y crear un icono de lo que fue y gracias a Redford se consigue al 100%, la película es el, es su historia, es su leyenda y de como todos se quedaron prendados de el y de su estilo de vida, que no es el robar y robar, si no el ser feliz con lo que haces ante todo y todos.