Aquí el morbo va a estar en ver quién suministraba y cómo se producía la toma de productos dopantes. Si se acompaña de altos cargos de los organismos del ciclismo involucrados en el tema, o cuanto menos, enterados del meollo permitiéndolo, y la dosis buena de tensión, puede haber un producto muy decente.
A Dustin Hoffman no lo veo de camello(broma
)