No suelo prestar mucha atención a esos detalles, pero reconozco que, después de haber leído varias veces a lo largo de mi vida la novela de King, me ha sorprendido. No lo de su mujer, que en la novela nunca se dice que sea de una raza u otra, sino lo de Killian, el villano, que en la novela dicen varias veces claramente que es afroamericano, y aquí es blanco.