Vaya por delante que hay que saber lo que se va a ver. Otras adaptaciones han modernizado ligeramente la historia, por lo menos a la hora de contarla y hacerla más comestible, pero esta no, por tanto, hay que saber que se va a ver una adaptación de una obra del siglo XVII, y está contada como un texto de esa época.

Dicho esto, pienso que la película tiene varios puntos que te van a hacer disfrutarla o sacarte totalmente de ella. En mi caso me ha hecho entrar totalmente. Serían:

1. Las interpretaciones no son a las que estamos acostumbrados, ya que hay mucha declamación y mucho diálogo y monólogo que es puro teatro clásico, con lo cual no tiene nada que ver con los diálogos a los que estamos acostumbrados. A mi me ha gustado mucho como estaba interpretado por todo el elenco, sin caer en la sobreactuación ni en el exceso de artificialidad. Me ha sorprendido para bien Denzel Whasington. No porque sea mal actor, al contrario, me parece magnífico, sino porque es un registro que nunca le había visto y el tío se sale de la pantalla.

2. El tono oscuro y lúgubre, casi tirando por momentos a cierto terror. Todo ello conseguido por la fotografía en blanco y negro muy muy bonita, y una puesta en escena muy teatral en el sentido de que parecen decorados de teatro más que de cine, y no se recarga absolutamente nada. Todo es como muy sutil: el castillo es algo muy simple, la corona es algo muy simple, no hay grandes palacios, no hay gran vestuario...por eso digo que es un poco ese entrar al convenio teatral. Con ponerte una corona sencilla sirve para que sepas que es el rey. La escenografía de paredes, grandes techos, etc ya te dice que es el castillo. A mi eso me ha chocado y me ha parecido muy sugerente.

3. La música me ha parecido que le daba el punto de tono que le falta para parecer de terror, o como poco, muy lúgubre.


Para mi un gran acierto, dentro de lo arriesgado que es hacer una adaptación de Macbeth que recuerda más al teatro clásico que al género cinematografico.

A mi me ha capturado de principio a fin.