Lo que es un misterio es esa costumbre que se va extendiendo, lenta pero inexorablemente, y en base a la cual hay que despojar a todo creador -del campo que sea- de cualquier pátina de ideología política, ...no sea que se vaya a molestar a los que no la comparten (o no sea que un artista vaya a resultar menos genial por votar a una u otra tendencia -o por criticarla-).
En una ocasión, tras una proyección con coloquio de una película del gran Paco Rabal, un grupo de espectadores se acercó a él a pedirle autógrafos y comentar el film y tal, y una señora de cierta edad le dijo algo así como "le admiro mucho D.Francisco, es Ud. mi actor favorito, he visto todas sus películas, es Ud. nuestro mejor actor, es Ud. una gloria nacional, eleva Ud. el nivel de nuestra cinematografía, pero... ¿no podría Ud. dejar de ser comunista, o al menos no decirlo en público, y comportarse como si no lo fuera?, ...es que a muchas personas nos incomoda que en lo personal no esté Ud. a la misma altura que en lo profesional".
El ejemplo es real, y desde entonces la cosa no para de ir a más en este sentido. Si hay alguien que se cree que es posible entender la figura de John Lennon -o de casi cualquier otro artista de ese nivel- dejando a un lado sus creencias políticas (y en este caso más que en ningún otro) es que no se entera. O te limitas a hacer un musical encadenando sus canciones sin comentar ni mú, o bien tendrás que entrar a fondo en cómo un músico pop llegó a convertirse en la bestia negra de una Administración USA, y en el símbolo de todo lo nocivo de una nueva cultura para esa concreta ideología, hasta el punto de tener al FBI trabajando en contra de tan peligroso individuo.
Pero claro, si vas por ese camino enseguida te llaman "antiamericano" (uy!, fíjate que curioso..., lo mismo que le llamaban a Lennon).