Lubistch influyó absolutamente a todo el mundo, incluído Billy Wilder que le consideraba su maestro. De hecho en su mesa siempre tenía un papel donde ponía "¿Cómo lo haría Lubitsch?".
No se parecen mucho, por no decir nada, los diálogos de "El bazar de las sorpresas" y "Qué bello es vivir". El cine de Lubitsch y el de Capra, ciñendonos al periodo sonoro, no tiene mucha relación, por decirlo de alguna forma las películas de Lubitsch tenían "más mala leche". En sus comedias Lubistch siempre jugaba con la doble intención y la insinuación, el famoso "toque Lubitsch". Las comedias que hizo Capra eran de un humor más blanco.