Cuando en tu navegador pones una dirección web, esta realmente no lleva a ningún sitio. Lo que hace el navegador es consultar en los servidores DNS a qué IP equivale esa dirección. Es decir, los servidores DNS son una lista con las IP's que corresponden a cada nombre.
Es algo así como una guía de teléfonos, pero al revés. Cuando llamas a alguien, lo haces marcando su número de teléfono. Ahora intenta imaginar lo contrario. Cuando quieres hablar con alguien, pones su nombre y sus apellidos. Luego, el teléfono se encargaría de ir al servidor DNS y vería qué número le corresponde a ese nombre y esos apellidos.
Lo que podéis hacer es cambiar las DNS. No pasa nada, se puede hacer sin problemas, incluso podéis usar las de cualquier otro operador.