Tenemos un asesino profesional encarnado por un Pierce Brosnan en estado de gracia, y, por otro lado, un tipo medio al que da vida Greg Kinnear.
En principio no son dos personas que se vayan a conocer fácilmente, sobre todo si tenemos en cuenta la imagen típica de los asesinos a sueldo: fríos, calculadores, sin ataduras de ningún tipo...
Pero es que el personaje que Brosnan borda, lo único que tiene en común con esa imagen es lo de las ataduras. No tiene ni un amigo, su "enlace" tiene que recordarle que es su cumpleaños, y es que nadie va a llamar para felicitarle y a quien él llama ni siquiera recuerda quien es, y cuando lo hace cuelga, ja. Por otro lado Julian Noble (Brosnan) es un cutre en lo estético (ese bigotito ridículo...), lejos de la sofisticación de aquella imagen, se tira lo que se lo ponga por delante sin importar que sea una puta o una menor, es un manipulador ruin que se aprovecha de la bondad de Kinnear... una joya, vamos.
Lo bueno es que la peli une en amistad a esas dos personas, haciendolos entrañables, marcando sus diferencias pero sin exagerarlas, haciendo que el espectador crea que la historia va a ir por un sitio para luego ir por otro, y menos mal.
En fin, supongo que es una peli pequeña, muy muy bien interpretada por todos los actores y en especial por Brosnan, que recrea a ese personaje cabrón y patético; trágica a veces pero sin perder el lado divertido.