En mi experiencia personal con la TDT, para un correcto visionado influyen varios factores:
1º.- Señal de antena. En principio, con menos señal que para recomponber la imagen analógica es suficiente pero si entra un poco menos que la necesaria para regenerar la señal digital, aparecerán los pixelados, macrobloques, parones y tirones en la imagen, etc. Si la señal es débil no queda más remedio que repasar la antena, sustituir el amplificador que esté averiado, etc. y si todo esto no funciona y la antena es comunitaria, probar con una antena individual de interior.
2.- Calidad del deco. Los hay más o menos sensibles a la señal de entrada. Algunos necesitan más señal que otros para regenerar la señal correctamente. En teoría la señal se regeneraría igual a la señal mínima de trabajo del deco; en la práctica, la circuitería de salida de video analógica o digital influye mucho, como también la de la entrada de televisión. Utilizando s-video, RGB, componentes o HDMI no debeería haber problema. Con video compuesto aparecerán los artefactos típicos y una señal de considerable peor calidad.
3.- Calidad del dispositivo de visualización y adecuado calibrado del mismo. Como con cualquier otra fuente de video, hay que se rigurosos en este aspecto. La Sexta 2 en pruebas emite una banda de ajuste de seis colores verticales que, al menos, nos puede servir para ajustar el color correctamente.
4.- Calidad de la emisión. Este es a mi juicio es eslabón más débil de la cadena. Con diagonales de hasta 37 pulgadas la imagen parece perfecta, sin oscilaciones ni parpadeos. Pero con diagonales superiores, no digamos con 50 pulgadas, aparecen todos los artefactos propios de una codificación mpeg 2 excesiva: posterización, ausencia de matices, imagen lavada y mojada cuando los cambios son pequeños, bordes excesivamente realzados, ruido digital alrededor de las imágenes en movivimiento sobre fondos casi inmóviles, ... Esta compresión brutal afecta enormemente a la adecuada visualización de los acontecimientos deportivos o de los telediarios en las imágenes de primeros planos de los presentadores.
En fin, téoricamente la TDT es magnífica, pero al usarse el ancho de banda para meter tantos canales, más de los recomendables, la merma de calidad es notable. De tal manera que cuando salga la HDTV, la diferencia será enorme, no tanto por las diferencias técnicas (que las hay), como por una inadecuada compresión en la TDT (y en muchos canales SAT) actual.